lunes, 13 de septiembre de 2010

Primera Entrada Segunda Parte de Brumas

Primer Entrada de la Segunda parte de Brumas

La noche llegó, callada.
De luto, negra celada.
Mudas sombras.
Será muerte embozada.
La luz del sol olvidada.
La penumbra.
.



El alcohol y el laberinto..

La mujer vestida con un amplio batón estampado en el que predominaban los rojos, rosados y borra vinos , era gorda. Un pañuelo que alguna vez fue blanco , cubría su cabeza. Lo miró con sus ojos bovinos y le dijo
- ¡No lo hagas, no grites! ¿De qué sirven tus gritos en la noche?
A veces a través de las sombras del alcohol, emergía su recuerdo.
A veces se disolvía nuevamente y desaparecía .
Hundido en el pantano que brotaba de la botella , como el genio de la lámpara de Aladino , cubriéndolo todo con el húmedo lodo de un olvido envasado y transable.
Reía y gesticulaba , con gestos ampulosos. Acompañando con amplios movimientos de su tronco , los de sus brazos. Sentado en aquella mesa, solitario, parecía hablar con seres invisibles. Deteniendo su mirada en el espacio vacío. En la nada brumosa que lo rodeaba.
El techo parecía descender por momentos y estrechar el espacio, compactarlo, cerrarlo.
La blanca claridad de la ventana mutaba de forma y de lugar , formando círculos en la pared, como si un gigante a sus espaldas reflejara el sol con un espejo, y jugara como él lo hacía en su infancia. Muy lejos. Antes de colgar su bicicleta..
Se puso de pie. El piso le pareció una colchoneta inflable . Las paredes se tornaban curvas , venían y se alejaban, luego rectas como largos pasillos de un laberinto. De pronto Minotauro, en su prisión. La bestia acechando en cada resquicio de aquello, de lo incomprensible. Y él sin Ariadna ni cordel. Librado a su suerte.
- ¡No lo hagas, no grites! ¿De qué sirven tus gritos en la noche?



La pena.
Cuando se fue de la casa de Ami , lo hizo como si fuera otro. Como si su cuerpo lo alejara del peligro como un bombero que lo llevaba en brazos, incendio afuera. Sabe que cruzó la ciudad, como un poseído. Pero todo para él fue como un sueño, como una pesadilla de la que no podía despertar. Como si fuera un desalmado , un vacío viajando por las calles en una moto a toda velocidad. Cómo ésas bolsas de polietileno que arrastra el viento en las tormentas, envases inútiles a merced de los elementos.
No puede afirmar que vio aquel recorrido. Sus lágrimas borronearon el paisaje. Solo el mundo moviéndose bajo las ruedas , como una gigantesca cinta transportadora.
Huída. Deseo de escapar de aquello que lo había golpeado con la fuerza de mil coces. Su primer recuerdo más o menos nítido es de cuando se encontraba sentado en el banco de madera en el segundo puente, mirando las aguas del arroyo Nogoyá correr arremolinadas contra la barranca cribada por mil cavernas pequeñas que le daban la apariencia de un queso gruyere. Su mirada fija en la superficie marrón , en las ondas y en los vórtices. Desear convertirse en agua y correr, pasar, transitar. Buscar el mar.
Que su cuerpo se disuelva en aquella corriente y marchar besando barrancas y sarandíes, acariciando las lánguidas ramas de los sauces, llevando en su interior un plateado cardumen de mojarras , que vibrara en él, como la vida que sentía mustia , triste, devolviéndole la alegría de existir. Por mucho tiempo ése recuerdo tuvo olor a agua , color a arroyo , sabor a lágrimas. . Nogoyá fue hundiéndose en la noche, las siluetas de los edificios se fueron esfumando en la medida que los arreboles del crepúsculo se apagaban y una constelación de lámparas brillaron en la oscuridad. Como una sábana de luciérnagas al Oeste. La brisa del sur, fresca, acarició su rostro.
El abandonado se apoyó en el espaldar duro y frío , del banco de madera, cruzó los brazos y miró las primeras estrellas.
Permaneció largo tiempo quieto, un lapso de tiempo indefinido. No cronometrado. Un tiempo que escapaba a los movimientos de las manecillas del reloj. Un tiempo que era independiente del transcurrir exterior. Un tiempo que medía las sensaciones de su espíritu, de su interior. Imágenes que se agolpaban en su conciencia, evocando largos momentos pasados con ella, repasando cada detalle, cada palabra, cada olor. Con una fidelidad propia de una filmación . Pero que sin embargo no superaron el lapso en que una luciérnaga atravesó el arroyo. Duplicándose en el húmedo firmamento reflejado. En ése estado de inquietud interior permaneció inmóvil. Como en un estupor catatónico. Como un observador de las imágenes del recuerdo que se movían en su interior, como una sucesión de fotografías, cómo una catarata onírica que se despeñaba tras sus ojos .
Desapegado de sí , como un espectador.
Los faros brillaron sobre el primer puente, iluminando con su haz de luz los troncos y la base de la copa de los árboles que bordeaban el camino de asfalto, irregular y deteriorado. Él continuó inmerso en sí. El ruido de los neumáticos a baja velocidad, como triturando piedrecillas. Las imágenes formándose en la oscuridad, primero como una contraluz, un contraste oscuro, luego adquiriendo color y forma definida, para desaparecer tras el auto, en su lento avance. Su figura se iluminó al ser alcanzada por el cono lumínico. Enceguecido llevó su antebrazo a su frente y miró. La figura de su moto , se recortaba sobre la luminosidad que emergía de las esferas simétricas de yodo..

3 comentarios:

  1. Este mensaje es para todas aquellas personas que dejaron
    comentarios en el artículo titulado “Lazos” en el blog de
    Cleopatra: “Polvo y espanto”:

    http://polvoyespantoypolvo.blogspot.com/2010/09/lazos.html

    Mi nombre de bloguero es Xim y mi blog es el titulado:
    “Polidistorsión”. El motivo por el cual me he decidido a
    escribir a cada bloguero que participó en el artículo antes
    citado, es porque Cleopatra apareció en los comentarios de
    mi blog iniciando un altercado totalmente fuera de la temática
    del artículo aparecido en mi blog:

    http://turnthebeaton.blogspot.com/2010/09/bukira-cindy-y-jarvis.html

    Dicho altercado (según ella) provenía del comentario de un bloguero
    llamado Mel Blanc (su blog se titula “Un amor de chicas muertas”),
    y de las respuestas que tanto yo como otro bloguero llamado
    Ale dimos en su momento.

    Lo peor de todo es que yo le avisé a Cleopatra de que mi blog
    no era el lugar indicado para tratar el asunto y por lo tanto
    yo iba metiendo igualmente mis comentarios sobre el tema en el
    blog de ella, que era donde realmente debían estar, pero ella
    HA HECHO CASO OMISO DE TODO ELLO Y LOS HA CENSURADO, ES DECIR,
    NO HAN SALIDO PUBLICADOS, por lo tanto he decidido que todas
    las partes implicadas sean conscientes de este tema público
    (en mi blog) y censurado (en el de ella).

    Por otro lado, el altercado NO EXISTE EN SÍ MISMO,
    NI JAMÁS TUVO LUGAR, LAS ACUSACIONES DE ELLA SON TOTALMENTE
    INCONGRUENTES Y A DÍA DE HOY ELLA SIGUE SIN DAR EXPLICACIONES...
    Eso es todo, muchas gracias por su atención y disculpen
    las molestias, pero creo que en el mundo hay ya bastantes
    injusticias como para permitir otra más.

    Atentamente y con mis más cordiales saludos

    Xim,

    España, Viernes a 17 de Septiembre de 2010.

    ResponderEliminar
  2. Xim te publiqué tu comentario para que no te sientas censurado/a pero es obvio que mi blog tampoco es un sitio apto para estas polémicas, de las que por otra parte soy ajeno. Abrazo

    ResponderEliminar
  3. Gustavo: Muy buena esta parte y la segunda de la Novela que estas creando o ya creaste y las estas poniendo por partes.
    Es un placer leerte!

    ResponderEliminar