domingo, 27 de diciembre de 2009

Décimo Octava Entrada de los Custodios del Sello

El Éxodo de los Oludos

Los niños descalzos caminaban por la tierra abrasiva de las serranías, su piel salpicada de pústulas amarillentas, sus pies cubiertos de excoriaciones. Las viejas sucias y harapientas caminaban con la cabeza gacha, envueltas en sus ropas negras, de tanto en tanto rascaban su cabeza, mata grasienta y pululante de piojos. Asían sus hatos con manos crispadas, las venas azuladas transparentándose en su piel de pergamino
Los hombres, magros, sudorosos, con los ojos midriáticos del espanto cerraban la marcha, atreviéndose apenas a mirar hacia atrás. En el Este la gruesa columna de humo negro se elevaba al cielo. Villa La Ola terminaba de hundirse en las fauces del fuego que llegó del mar. Una marcha errante sin destino, una huída, diáspora de los aterrados que ingresaban en el olvido o la negación.




Comentarios

“Mira , préstame atención, en mi opinión existen contradicciones en todo éste asunto que solo pueden ser aceptadas por un fanático como L, es importante notar que en ése cuarteto existía un abanico amplio de personalidades, en un extremo Flores Schneider que ya en su juventud es escéptico que sigue a sus compañeros casi por inercia pero sin convencimiento alguno, una fe superficial tomada con alfileres, diría yo, cuando encuentra gente que le ofrece un resarcimiento económico por cosas a las que él no le da valor alguno no tiene ningún escrúpulo en realizar una transacción , no tiene tampoco ningún remordimiento. Ari del Monte es un tanto ambiguo, investigador de cosas sin sentido, pero para muchos con más sentido que otras, como la Concepción de la Virgen o la Resurrección de Cristo, es más fácil creer que un tipo fue catapultado desde un barco que creer en éstos otros fenómenos sobrenaturales en los que creen millones de personas. Probablemente abandonó sus compromisos por favores sexuales, seducido por los placeres de la carne, el aroma, la tibieza, la suavidad, el embrujo de un cuerpo de mujer es mucho más real que una leyenda apocalíptica. Por eso abandonó a sus compañeros de cruzada, y ayudó a la serpiente. NOAR por su parte se mantuvo firme en sus convicciones, pero hombre poco amante de lo formal, del folclore, de lo tradicional, trató de convencer a L que no se trataba de ésas viejas reliquias las que mantendrían a salvo el mundo, si no la fe en lo verdadero, no en lo accesorio, la fe en lo esencial no en lo ritual. El amor verdadero en definitiva. Por último L era un fanático, un perceptivo, un hombre que sentía en su cuerpo la presencia del mal, que si bien en alguna oportunidad fue convencido por los argumentos de NOAR, retornó a la senda del fanatismo, creyó a pie juntillas que las reliquias de Pérez de Roldan que ellos encontraron en su juventud eran el sello, la llave, el candado. Como si algo material, totémico, pudiera detener fuerzas que se desenvuelven en otra dimensión. Mató y murió por su creencia probablemente fue victima, de su propia visión limitada y obtusa” dije. “ Si existen contradicciones, lo que ocurre es que probablemente no se puede aplicar la razón a cuestiones como éstas, si usamos la razón lo de Flores Schneider fue un accidente debido al temperamento sanguinario de los dogos, sin embargo yo creo y cuando crees no siempre lo podes explicar en forma razonable valga la redundancia. Creo que Flores Schneider fue victima de algo sobrenatural, el silencio
del monte previo al suceso según relatan los testigos, la impaciencia del cazador apostado, la furia asesina de la Jauría, a Flores se le abrieron las puertas de su propio infierno. Lo de Ari del Monte es más discutible, más borroso como observado a través de un vidrio esmerilado, Balcarce, como le decía papá, era un bebedor empedernido quizás su muerte fue natural, varices esofágicas, más allá que según dicen nunca había padecido patología digestiva alguna, unos días antes L había estado con él un posibilidad es que lo asesinó. Dios lo sabe, en la carta que te di en aquel libro L se sentía traicionado, se sentía como el último cruzado, desde ése estado psíquico se puede llegar a cualquier parte.” Afirmó Marisa. “Que me decís del viejo Bautista” pregunté
“ No sé , no sé que pensar , es muy extraño, es como si realmente hubiera recibido una señal, no se con que fin, quizás con la única finalidad que trasladaran el cofre hasta el pozo, nunca lo tuve claro, papá tampoco sabia que pensar, según me contó, el viejo vivió el resto de su vida como un Santo y con una devoción fanática por la Virgen del Carmen” Terminó “Lo de los restos de L , deja muchos interrogantes, de dónde salieron ésos sujetos , con antropólogos forenses, médicos y que se yo, toda ésa parafernalia . Te juro que jamás había escuchado de ésa Congregación, está bien, de los Cartujos me enteré hace poco, pero de éstos tipos ni palabra.” Comenté casi para mí “a mí también me llamó mucho la atención, tanto movimiento por un lobo solitario como L, hasta se comentaba que uno de los antropólogos forenses había estado en la identificación de los restos del Che Guevara. De todas formas se lo llevaron a L en un paquetito quien sabe adonde, a veces pienso que solo querían asegurarse de su muerte, a papá le hubiera dolido tanto todo esto, mejor que no vivió para verlo” calló de repente con un gesto triste.




Sierra de los Padres 1946 La Revelación

“Casi nunca hace calor en Febrero, la verdad que estos días son raros, seguramente tendremos una tormenta y volveremos al tiempo fresco, no obstante debemos aprovechar las circunstancias para ésta comida al aire libre” dijo L “Yo la estoy pasando muy bien ¿y creo que vos Flores también o no es así?” dijo NOAR “Lo mío es inmejorable Nico” dijo Flores mientras miraba distraído hacia los cipreses. “Pensaba en ése libro de Fioramonti que vimos en San Telmo” dijo L de repente “es muy particular, desde el punto de vista de la forma como está escrito. “Recuerdos de un Relato en la Pampa” si hasta el Título es raro casi ridículo, la forma casi textual en como se reproducen los relatos, es como si hubiera recurrido a una copia taquigráfica, me ha llamado mucho la atención, tomé varias notas, además me da la impresión que las cosas que da a conocer son únicas, no las he visto en ninguna otra parte” se interrumpió mientras mordía un sándwich “ni que fueras una biblioteca andante L, no creo que hayas leído todos los libros, para decir que lo que ésta escrito en ése mamotreto es único, a mi me pareció bastante mal escrito por cierto, lo del cura emparedado, el pueblo castigado como Sodoma y Gomorra es bastante imaginativo por cierto, pero también lo son muchas otras supersticiones y leyendas que te pueden contar en el campo ahora mismo” interrumpió Balcarce “Ya conozco tu opinión, me la expresaste ayer Ari, pero no obstante, a mí hay cosas que me intrigan , que creo que son dignas de investigarse, algún día lo haré” L guardó silencio con un poco disimulado fastidio.
“Hoy temprano, al rato que habíamos llegado bajé por aquellas rocas para ver la gruta” dijo Flores Schneider “me encontré con una vieja, parecía una mendiga, que estaba rezando, con la cara entre las manos, casi sin querer me quedé mirándola pues me sorprendió su presencia, de repente levantó hacia mí su mirada con unos ojos hundidos, que parecían más viejos que todo su cuerpo, y me preguntó si yo era de Nogoyá, se pueden imaginar mi sorpresa, aquí a mil kilómetros, en un lugar casi desierto como éste, ésa pregunta de los labios de una vieja zaparrastrosa .Le pregunté a mi vez que por qué quería saberlo, ella me contestó que ya sabía la respuesta pero necesitaba oírla de mis labios para liberarse de una larga espera” Flores Schneider se detuvo para encender un cigarrillo y nos miró uno a uno, como evaluando nuestra reacción , continuó
“Liberarme de una larga espera, así dijo por ridículo que parezca como los dichos de Fioramonti, cuando le conteste que efectivamente yo era de Nogoyá, que había venido a acompañar a unos compañeros estudiantes, me sonrió con su boca desdentada y me dijo que tenía un mensaje para darme, que por décadas había esperado mi llegada, y que ahora por fin su misión sería cumplida, volvió a permanecer callada , con las manos en su rostro por un rato, y me preguntó si en Nogoyá había alguna capilla de la Virgen del Carmen, le dije que sí que efectivamente era la patrona del pueblo, y la vieja me dijo que los cuatro tendríamos que ir a un lugar que me dijo estaba indicado en éste papel” extrajo de su bolsillo un trozo de papel amarillento prolijamente doblado y continuó
“que los cuatro tendríamos que ir y recuperar ciertas reliquias que se encuentran en los restos de una capilla abandonada, para llevarlos a Nogoyá y evitar que el diablo se enseñoree en el mundo” calló mientras nos miraba “la verdad es que si no fuera por tus comentarios sobre la obra de Fioramonti, no les hubiera contado nada” terminó.
L se puso de pie y marchó hacia los cipreses, bajó por las rocas hasta desaparecer. Noar se golpeaba la bota con un pequeño palo, la cabeza agachada, ensimismado. Ari del Monte extrajo del bolsillo interior de su campera una pequeña botellita recubierta en cuero de carpincho, desenroscó la tapa con su mano derecha apoyada sobre la rodilla y bebió un sorbo ofreciéndosela luego a Flores Schneider quien la rechazó “Los entrerrianos parecen muy místicos, con razón las buenas migas con L, todos los años vengo a éste lugar y nunca me encontré con ninguna pitonisa, ni vieja ni joven, ¡debe ser porque no soy de Nogoyá, carajo!” dijo con una sonrisa burlona “de todas formas quisiera ver ése papel, ¿me lo prestas un momento?” dijo extendiendo la mano hacia Flores, éste lo extrajo del bolsillo interno de su saco y se lo alcanzó con un gesto de indiferencia, la silueta de L emergió entre las rocas, “ni rastros de tu vieja Flores” dijo dejándose caer al lado de NOAR que continuaba en su actitud distante..

sábado, 19 de diciembre de 2009

Décimo Séptima Entrada de Los Custodios del Sello

Nogoyá Julio de 2003 El Cadáver

A las 4,30 de la madrugada hacía mucho frío. El hombre dormía cubierto con varias frazadas, la basílica estaba helada para el cumpleaños de la virgen, varios minutos había tardado en calentarse. Lo despertaron los golpes en la puerta, semidormido se incorporó, se colocó una campera sobre el pijama y se dirigió a la puerta. El agente fumaba en la vereda. “Doc” le dijo “tenemos un fiambre, en el campo vas a tener que ir para allá” continúo “Esperá que me visto, ¿ustedes me llevan? ya vengo”
Cinco minutos después sentado en el asiento trasero del Renault 19 que servía de móvil preguntó “¿Cómo es el asunto che?” “Encontraron un cadáver en el campo, en el Sauce, parece que estiró la pata hace bastante, lo encontró un boludo que buscaba las vacas para el tambo” Contestó el agente mientras encendía otro cigarrillo y ofrecía una petaquita de ginebra “¿quiere calentar el cuerpo doc? Hace un frío de cagarse”
El camino bajo la luna llena, los campos cubiertos por un manto de bruma, que brotaba de los charcos y los arroyos, un paisaje helado y bello, solo interrumpido por los coches que circulaban hacia Nogoyá , de tanto en tanto, seguramente para asistir a la primer misa, la de hombres. El cuerpo estaba en un montecito, a pocos metros de una pequeña laguna, solo quedaban huesos y unos harapos. El denso aire de la madrugada de invierno transmitía las voces con nitidez, lejanos mugidos formaban un coro animal a la distancia. El Renault se detuvo junto a otros móviles policiales, todos bajaron. El médico se acercó al círculo de luz que daban las portátiles a batería, se paró junto al fotógrafo e inició su trabajo. Desde el asiento trasero de un patrullero un hombre vestido con un abrigo de pelo de camello, extrajo un teléfono celular de un bolsillo interior y pulsó 10 dígitos, un contestador automático contestó la llamada
“deje su mensaje después de la señal” escuchó “Creo que encontré al soldado, no será fácil estar seguros, ha muerto al parecer hace meses y su cuerpo permaneció a la intemperie a merced de las alimañas, veré si encuentro algo que nos ayude , en cuanto lo tenga me vuelvo a comunicar. Que Dios nos guíe” guardó el aparato en su abrigo y descendió del auto, se levantó el cuello para protegerse de la noche helada y se acercó al terreno demarcado con cintas plásticas. “¡Hola Doc! ¿Alguna cosa que le llame la atención?” gritó innecesariamente en el silencio nocturno, “Que tal inspector, nada por ahora, es difícil sacarle jugo a un esqueleto, esto nos llevará tiempo. Lo que si puedo decirle a juzgar por groseros signos de artrosis que seguramente no se trata de un joven, los cabellos también corroborarían esto, bueno después tendrá mi informe completo” contestó el médico. “Tanto papelerío por un vago muerto en el campo, ¡que cosa! se debe haber muerto en el verano durmiendo la siesta” bromeó el inspector. Miró con detenimiento los harapos que cubrían el cadáver, y le extrañó no encontrarse con la armadura de un caballero medieval. Un extraño escalofrío recorrió su cuerpo “Che, García trajiste las vitaminas” gritó a un joven oficial “Si jefe, quiere calentarse el cuerpo, hace un frío de cagarse” y le dio la petaquita de ginebra. A miles de kilómetros de distancia el contestador de la Congregación era leído después de los maitines.

Nogoyá Agosto de 2003 Morientes pasa a la eternidad.

Mi primo tenía la cabeza apoyada sobre su mano derecha, con la izquierda hacía girar los hielos en su vaso de whisky. “Justo ahí encontraron el esqueleto” dijo “los boludos de los alrededores colocaron una cruz bajo el algarrobo, no se si por éste muerto o por las ánimas que se aparecen, capaz que mataron dos pájaros de un solo tiro” continuó.
“Nadie reclamó el cuerpo, debe haber sido algún vagabundo, de ésos tipos que andan de aquí para allá sin familia, sin nada, se acostó seguramente bajo el árbol y ahí lo sorprendió la muerte, quien sabe cuando, aún no saben cuanto tiempo lleva muerto, por ésos lugares no anda nadie, el cagazo que se pegó Carlos María cuando encontró la osamenta , una vaca se le había retrasado, no se si estaba pariendo o qué , y justo va y da con el muerto, creo que llegó a la casa mas rápido que un F16. Eso le pasa por hijo de puta, yo tenía el campo para vender y éste guacho se lo compró a la vieja, por izquierda vistes” dijo mientras se acercaba el vaso a la boca, luego hizo un gesto de negación con la cabeza y un mueca “¡amigos son los amigos!” Exclamó. “Negocios son negocios” dije mientras le acercaba el encendedor para que prendiera su cigarrillo
“Ese era el lugar misterioso, que aumentaría el valor del campo” le dije “Carlos María dixit” agregué. “Por lo menos un tema más de conversación para la Fiesta de la Virgen, sabías que el mismo día se murió León Morientes, un gran tipo” dijo señalándome con el cigarrillo entre el pulgar y el índice de la mano derecha "por eso las adoradoras del santo sable estaban con el brazalete negro en su puesto de pastelitos” dijo. “Vendían unas petaquitas de licor monacal espectaculares, con la forma de la virgen del carmen, una joya loco, una joya, claro que también vendían queso y dulce en honor al Libertador. Un verdadero detalle.” Prosiguió “Yo, la verdad, que ése día me fui a Paraná, y mirá que al queso y dulce también le dicen vigilante” lo interrumpí
“No nene estuvo formidable, para el año que viene las Hermanas adoradoras del santo sable quieren inaugurar un busto del viejo Morientes, al lado del de San Martín, en realidad entre el de San Martín y el del Bicentenario, toda una simbología no se les pierde detalle, además la Plaza Libertad se va a jerarquizar con esto pibe” guardó silencio para beber el último trago de whisky mientras pedía otro con un gesto.
“La verdad que la plaza Libertad si siguen haciendo monumentos, va a dejar de ser un espacio verde para convertirse en una mole de cemento y bronce. Que se dejen de joder con tanto monumento” dije. “Vos siempre el mismo negativo, los pueblos que no respetan sus raíces no tienen futuro. La Subcomisión de Literatura e Historia, del Comité Eclesiástico Militar para la defensa de la Tradición Patriótica y Religiosa de Entre Ríos que él tan gallardamente presidió realizó un gran trabajo por todos nosotros, vos éstas influido por NOAR que lo llamaba conservador y no se que otras pajerosidades decía sobre Morientes, pero puro resentimiento, porque se opuso a la publicación de ésa Historieta de Nogoyá que él había escrito, que por cierto era falaz y sacrílega según me han dicho, ¡yo nunca sentí necesidad de leerla!” enfatizó
“Conservafachomenemista así lo llamaba NOAR” dije “a veces se deben juzgar las cosas por la propia experiencia” agregué “yo leí algunos pasajes y no me pareció nada de lo que vos decís, más aún me pareció un gran esfuerzo por desalmidonar la historia, por desterrar los absolutos, por poner la historia en su verdadera dimensión humana con sus maravillas y sus miserias. Y lo de Conservafachomenemista era por que lo consideraba un tradicionalista totalitario pero amante de la joda, la pizza con champán.” terminé “Claro NOAR era San José y la Virgen María juntos, el viejo era un iconoclasta, un escupidor de sapos como te dije una vez, pero eso no lo habilita para criticar a todo el mundo ¡por que no le gusta su cara!” Casi gritó bajo los evidentes efectos del alcohol. “La verdad, no creo que su opinión se basara únicamente en su cara” contesté “todo ése discurso sobre patriotas y apátridas, me pareció siempre bastante excluyente, bastante intolerante de la diversidad y sabés muy bien las catástrofes que la intolerancia le han acarreado a la humanidad, y ése asunto de las raíces de los pueblos muchas veces terminó en masacres, como la de los Balcanes no hace tanto, como decía L en aquella carta que te mostré el mal adopta muchas formas y por ahí quien sabe el sectarismo excluyente es una de ellas” concluí. Mi primo giró hacia mí y comenzó a aplaudirme irónicamente. “Bravo, bravo, hubieras sido un magnifico orador en la República de Weimar, por lo ingenuo y lo boludo digo. Vos deberías leer Desmitificación de Entre Ríos: combate a la pérfida mentira de los paganos y los oportunistas, del viejo Morientes y se te van a ir de la cabeza todas ésas fábulas de ascendidos, catapultados y puertas del Averno, yo no sé cuando comenzará el Apocalipsis , si es que existe uno universal, yo personalmente creo en el Apocalipsis personal que sobreviene con la muerte, yo no sé cuando se liberará a la Bestia y a sus acólitos, pero de lo que sí estoy seguro que no los van a soltar en Nogoyá, aquí seguro que con la clase de tipos que son se dedican a la joda, el chupi y las minas y no hacen su trabajo de perseguir a los pecadores. No hace falta ningún sello, ningún ascendido, ningún grupo de viejos tarados, para que el mundo no corra ningún peligro, Aquí el único riesgo que corre el mundo es que le salgan Hemorroides porque estamos en el culo del mundo nene” me di cuenta que estaba completamente borracho y lo invité a irnos, la calle San Martín estaba prácticamente desierta un día de semana a ésa hora de la madrugada, solo algunos perros la cruzaban de un lado a otro. A los lejos pasaba el tren, el ruido sordo rompía el silencio con un grave trepidar.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Décimo Sexta Entrada Los Custodios del Sello


Tiempo indefinido (alrededor de 1968) Nogoyá Los Custodios y Las Dudas

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión” Apòcalipsis20-7

Nogoyá, despertaba envuelto en las brumas del otoño. Los álamos carolinos ya manchados de amarillo, emergían de un mar de niebla a la vera del camino, iluminados por los primeros rayos del amanecer. Los bancos con su superficie superior achatada cubrían el campo, formando una llanura blanco grisácea, que ocultaba las vías del ferrocarril y la alameda hacia el Norte, así como el Cementerio y las últimas avanzadas del pueblo hacia el Sur. Los tres permanecían en silencio.
La noche había sido agotadora. El grave sonido del motor de la camioneta invadía el habitáculo, casi una vibración. Flores Schneider carraspeó, llevó su mano izquierda al bolsillo de su camisa y extrajo un atado de Jockey club, se llevó un cigarrillo a la boca y la luz del fósforo iluminó sus rasgos que ya denotaban los primeros signos de la madurez, inhaló con fuerza encendiendo la brasa naranja, apoyó su brazo izquierdo en la ventanilla abierta y extendió el derecho sobre el volante. “Es totalmente inútil una pérdida de tiempo” dijo “No lo creas, siempre debemos vigilar” contestó NOAR
“Si las Puertas se abren, será el fin de todo” agregó. “Yo no sé que pensar” exclamó Flores Schneider mientras sorbía de su cigarrillo lo que hacía que su voz sonara arrastrada y labial “Muchas veces me pregunto si realmente, existirá la puerta, si está justo aquí y si realmente eso la mantiene cerrada, o es todo una sarta de mentiras, y nosotros los únicos tontos que las creemos” guardó silencio y agregó “Cualquiera que nos viera pensaría que estamos locos, en lugar de buscar mejorar nuestro futuro ,hacer un capital , nosotros perdemos el tiempo en ésta …cruzada yo diría , para no decir más groserías” calló. “Yo jamás me pongo a pensar que es lo que dirían los demás o que pensarían, pues nadie conoce lo que hacemos ni el riesgo que corremos, nadie conoce el peligro al que está expuesto el mundo , si la puerta se abre…contestando tu pregunta creo que si supieran lo que hacemos no nos creerían locos” dijo NOAR
Flores Schneider miró al otro amigo buscando apoyo a sus opiniones, pero éste recostado sobre la puerta derecha parecía dormir sin importarle nada del asunto. Cuando llegaron al Boulevard España las esferas de iluminación permanecían encendidas como múltiples lunas simétricas bordeando la calle.
Los dos acompañantes bajaron del vehículo y se perdieron en la neblina, cuando la camioneta llegó a la intersección con 9 de Julio las luces de posición dejaron de verse.
L encendió un nuevo cigarrillo, guardó sus manos en los bolsillos y se marchó caminando por 25 de Mayo al norte, sentía un temblor interno una vibración dentro del tronco que era de tal magnitud que debía realizar un esfuerzo voluntario para que no se transmitiera a sus brazos, a sus piernas a su cuello. Desde pequeño percibía las presencias (buenas o malas) en su cuerpo. Todo en él se transformaba en una sensación física, y ahora sentía en su propio cuerpo como el mal se revolvía, inmundo, expectante, tras las puertas del infierno. Al llegar al cuarto que había alquilado, subió la barranca cubierta de gramilla, resbalosa por la humedad hasta la vereda de ladrillos, abrió la puerta y entró. S e arrojó sobre el colchón desnudo, el rítmico sonido de las hojas de un ligustro contra el techo de chapas acompañó a las hipnagogas apocalípticas que precedieron un sueño inquieto y poco reparador








Sueños

“Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que se dedicaban a comprar y vender en el templo: derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas al mismo tiempo les decía: Dice la escritura: Mi casa será casa de oración, pero vosotros la estáis convirtiendo en guarida de ladrones”
Mateo 21, 12 a 14.

Villa La Ola dormía bajo el cielo gris de la siesta. Las oscuras nubes al sur presagiaban tormenta. El viento recorría las calles semidesiertas como una jauría aullando amenazante. Pérez de Roldan miró por la sucia ventana hacia el camino arenoso envuelto en polvo. Sentada bajo el árbol permanecía inmóvil como hace una semana la muchacha escuálida y mugrienta. Su furia aumentó. “¡Oh Señor!” pensó “¡Por qué el pasado me persigue Señor!! ¿Porque se interpone entre mi obra y vos? ¿Por qué se interpone entre tú altísimo y yo? Ayer eché a todos esos malditos feriantes pero ¿cómo puedo echar el mundo?” guardó silencio cortó un generoso trozo de morcilla y lo introdujo rápidamente en su boca desdentada, con la mano izquierda sacó las migas que habían caído sobre su abdomen de batracio. Miró los bloques de adobe que por meses había ido amontonado contra la pared de la precaria galería. La angustia lo obligó a comer otro trozo de embutido. Su mano se elevó amenazante, bajó bruscamente clavando el cuchillo en la tabla sucia de la mesa. Respiraba rápidamente casi jadeante, las violáceas vénulas de sus mejillas parecían dilatarse en su rapto de furia. Se levantó dificultosamente y pateó la vieja silla de paja que rodó por el mugriento recinto de piso de ladrillos, abrió de un tirón la vieja puerta destartalada y salió a la enramada a la que él llamaba “galería” tomó con dificultad tres bloques de adobe y los llevó hacia adentro. Poco a poco la visión de la descarnada muchacha se fue oscureciendo por las hiladas de adobe que ocluyeron el vano de la ventana. Luego continúo con las puertas. A media noche a la luz de las velas el viejo y destartalado templo era un claustro cerrado, hermético, el viento silbaba en el techo. Tendido su rechoncho cuerpo en el suelo Pérez de Roldan oraba, con oraciones de delirio. La pequeña imagen de la Virgen del Carmen parecía mirarlo en la oscuridad
La niña aterida de frío acurrucada bajo el árbol dormitaba, la despertó el estruendo, las llamas que encendían el mar y el cielo. Corrió, hasta que las últimas fuerzas la abandonaron.

L despertó con las últimas luces de la tarde, los rayos del poniente se colaban por las hendijas de la puerta destartalada, se levantó de un salto la abrió y corrió.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Decimo quinta Entrada de Los Custodios del Sello

Arroyo de los huesos Provincia de Buenos Aires Marzo 2003

La ruta 226 se extendía como una víbora por el verde del campo, humedecida por la llovizna. A lo lejos se adivinaban las serranías. La mujer colocó el guiño para sobrepasar el camión, se detuvo, una camioneta venía de frente.
Se colocó nuevamente detrás del vehículo de carga, que repentinamente aminoró su marcha casi hasta detenerse, el auto impactó con su lado derecho en el extremo izquierdo del paragolpes del acoplado y salió disparado hacia la banquina, dando tumbos en el terreno irregular, por fin se detuvo inclinado en 45 º. La mujer aturdida se prendió fuertemente del volante, le dolía la cabeza el calor de la sangre comenzó a bañarle el rostro, se reclinó contra el asiento y lo vio. El camión se había detenido y de él descendía una figura desgarbada, se acercó a paso rápido, seguramente venía a auxiliarla , cerró los ojos , todo su cuerpo le pedía dormir, descansar, borrosamente vio al hombre rodear el auto hacia ella, venía con algún tipo de herramienta , seguramente para ayudarla a salir, la primer detonación sonó grave y seca en el silencio del campo a la segunda seguramente ya no la escuchó , ya nunca escucharía nada, ya nunca vería nada, ya nunca sería, Lorena Berezaga estaba muerta. Tanto miedo a la muerte, tantos terrores nocturnos, tanto pánico ¿para qué? Cuando la muerte vino solo la vio en forma borrosa, desfigurada, difuminada en la llovizna y no la reconoció.








La Carta de L –Nogoyá Diciembre de 2001

Marisa es una mujer muy linda. Su cabello castaño levemente rizado caía sobre sus hombros, en su rostro sus llamativos ojos rasgados con su iris del color de la miel sobresalían por su belleza. Solo su gestualidad recordaba en algo a NOAR,
“Creo que a mi padre le hubiera gustado que conserves esto” me dijo extendiendo hacia mí un ejemplar de CANTO A MI MISMO de Walt Whitman, lo tomé desconcertado, nunca me había interesado la poesía y más aún siempre pensé que las obras literarias perdían su alma con la traducción, lo guardé en silencio en mi portafolios y continué conversando del asunto que me había llevado hasta allí, el estudio de NOAR no había cambiado demasiado , solo que su nueva ocupante no tomaba whisky en taza y por cierto tenía otros encantos.
Al regresar a mi casa, tiré el portafolios sobre la mesa del comedor y no fue hasta después de transcurrida un hora más o menos que me acordé del libro, regalo póstumo, de mi amigo. Lo extraje para depositarlo en la biblioteca, en el estante de libros que yo consideraba indigestos como La colmena de C.J.Cela o la traducción del Ulises de Joyce, al hojearlo vi el sobre, con el membrete de una librería, dirigido a NOAR y remitido por una tal Nicanor Méndez, supuse que sería algún catalogo o alguna respuesta a algún pedido formulado, lo abrí y leí las palabras escritas por un fantasma




Capital Federal 3 de Enero de 1998

Mi viejo y querido amigo:
El mal tiene muchas formas, una de ellas es la traición. El mal sabe sitiarnos, aislarnos convertirnos en parias. El mal tiene muchas formas y sabe disfrazarlas, camuflarlas ocultarlas a nuestra vista. La máquina del mal no se detiene, nos acosa, nos impide descansar, avanza en la negrura de la noche, pero también en los días más diáfanos. Muchos años hemos recorrido juntos, viejo amigo, luchado contra ésa maquinaria infernal que nos agobia. Pero la traición se enseñorea entre nosotros, quien creímos nuestros amigos actúan como Judas, nos besan para entregarnos. Todo peligra, Nicolás, todo peligra. Se ocultará la verdad para siempre y las sombras disfrazadas de soles asolaran nuestro mundo. No nos queda mucho a ninguno de los dos, tu cuerpo demuestra los estragos de la enfermedad y el mío es una ruina que solo desea la tumba para descansar. La traición de Balcarce y Flores puso todo en peligro, ya siento el fétido aroma del demonio a mis espaldas, creo que es hora de enfrentar lo que queda de los traidores, tengo la ventaja de la sorpresa, que no saben que se de su deserción, que no saben que puedo ver aún a través de los disfraces del mal.
Flores ya tuvo lo suyo, Dios es justo y guía sus instrumentos. Balcarce es más difícil, más taimado, pero ya llegará la oportunidad, ahora mismo iré a verlo, llegaré a su casa como el viejo amigo, que según sus dichos soy. Vigila amigo, vigila, los candados que pusimos se han roto, el mal se acerca de distintas formas, vigila viejo amigo. Espero volver a verte, para tomar un café como hace un mes, pero como verás mi pensamiento a cambiado y como tu Pancho Ramírez me vuelvo al entrevero aunque me cueste la vida, y si no vuelvo a verte Nicolás en el cielo de los justos nos encontraremos


Un abrazo L


P.D. : Hace dos días que no fumo, ya casi no me queda voz.



Guardé la carta nuevamente, y permanecí largo tiempo en silencio. Las sombras caían sobre Entre Ríos y otras sombras caían sobre Argentina. El mal tiene muchas formas, pensé, y es muy difícil distinguirlas. Cuatro años pasaron desde aquella mañana en que mi primo me rebeló que había llegado una carta de L, el inexistente. Ahora la tenía en mis manos y no sabía que pensar .NOAR seguramente descansaba en el cielo de los justos, como afirmaba L, con la convicción de los fanáticos, o ardiendo en los infiernos por hereje, como afirmara el párroco extraoficialmente, con la misma convicción.
Justo o Paria ya no podría aclararme nada.
Pensé en hablarle a Marisa, y preguntarle su opinión sobre esto, pero por el momento decidí dejarla donde la había encontrado.