En mi último viaje al Norte me alojé en un lindo hotel llamado Marinas del Faro,
si la memoria no me falla, sobre el lago de
la Ciudad de Termas del Río Hondo
en Santiago del Estero. Mi habitación
tenía su balcón sobre un pequeño jardincito que terminaba en el mismo lago
donde descasaban pequeños veleros multicolores.
Un ambiente ideal para escribir
en mi libreta. Más allá que lo escrito
no tenga en general nada que ver con el paisaje. Los puristas además harán una mueca de desprecio, por mi encabezamiento:
“en mi último viaje al Norte…” si para
muchos Santiago no es el norte y lo
respeto. Pero para mí un entrerriano
panzaverde lo es, y para los patagónicos no les digo nada, Bahía Blanca es el norte… en fin el
relativismo. Una tarde a pesar de ser
Octubre bajé con mi bata y mi toalla,
provistas por el hotel y con un logo
precioso, a las piletas que están justo
bajo el faro que da nombre al hotel. Un
lugar magnífico, deck y césped. Un poco molestas las tropillas de jubiladas que hacen acuagim con
unos pibes que deben estimular su imaginación y su memoria remota. Me tiré un
rato en la cómoda reposera de madera que en el extremo más alejado de las
gimnastas me permitían con un escaso ejercicio de voluntad ignorarlas, bajo una palmera que apenas me protegía del
sol. Me deslicé con mi cuerpo de
batracio por las aguas tibias en reiteradas ocasiones. Pero la sed no me la
había logrado calmar el mate, mi inseparable compañero, me dirigí
a paso lento buscando las baldosas atérmicas porque el hotel no me
proveía de ojotas y yo no había llevado, es que en mi cabeza cuando planee mi
solitario viaje “al norte”, solo pensé en zapatillas de trekking y borcegos. Llegado al bar pedí un licuado de durazno y
para mi sorpresa me encontré con una muchacha, que conocí en un encuentro de
recitadores y escritores en la ciudad de Goya en 2009: Ruth Benzema , una Tucumana dedicada a la escritura como yo, pero que
ahora según me comenzó a contar estaba
abocada a tratar de comprender a la
argentina y a su gente. Muy abarcativo el objeto de su trabajo, también así
lo pensé yo mientras escuchaba aquello de sus labios. Pero cada uno tiene su berretín, quizás este fuera mejor que la ristra de poesías bucólicas y
lacrimógenas que por noches enteras me había obligado a leer en Goya, mientras
yo escuchaba unos metros más allá el gemido del Paraná lamiendo las barrancas y me imaginaba cuantos
surubíes me estaban esperando, mientras
yo escuchaba sobre constelaciones “coyuyos” vibrando al atardecer “kakuy”
y “Crespines” y todas esas cosas que
inspiran las noches de las poetas tucumanas, o de algunas o de esta únicamente.
De todas formas ya no se dedicaba a la poesía, o por lo menos actualmente me aclaró. Así fue
como terminé en su casa en la localidad
de Cabeza de buey, casi enfrente a la
antigua estación del ferrocarril. Allí desarrolla su tarea a través de una
organización sin fines de lucro llamada “La
opinión de los ignorantes”. No
trabaja sola sino que lo hace a través de una pequeña comunidad de reporteros.
Reporteros que van preguntando por la argentina a gente común y
corriente distintas percepciones o interpretaciones sobre la realidad del país,
su historia y su porvenir. Ahí entendí
aquello de comprender a la Argentina y a su gente. Para mí el rustico jardín de aquella casa
por la que pululaban los reporteros era
lo más parecido a mi concepción del paraíso. Todas las mañanas me sentaba bajo un viejo
molle (aguaribay para mí) donde se
encontraba instalada una mesa redonda, de cemento y azulejos , con bancos semicirculares que me
permitían leer y escribir muy cómodamente
y al resguardo de los reporteros de “La
opinión….” La tarde anterior
a mi partida, yo seguía viaje hasta la ciudad de Salta, tenía que colaborar en la presentación del libro de una
amigo, que lamentablemente enfermó
el día de mi llegada y fue intervenido quirúrgicamente
de urgencia, todo se frustró, pero yo en el momento que Ruth y un colaborador
de nombre Luis se sentaron frente a mi
bajo la sombra del molle no tenía forma de saberlo. Y la historia de aquella
presentación fallida sería muy larga de contar ahora. En definitiva Ruth mi amiga poeta devenida en reportera
compulsiva me pidió como retribución a su hospitalidad que le
contestara algunas preguntas.
Lo que sigue es la transcripción de la copia de esta
entrevista que Ruth me hizo llegar por correo electrónico y que estimo es la
que fue o será publicada en algún momento en “La
opinión de los ignorantes” pues
sé a ciencia cierta que tienen abundante
material, miles y miles de opiniones
diversas con las que esperan comprender a la argentina y a su gente.
En mi pequeño
pueblito entrerriano, Nogoyá, la corona de la Virgen del Carmen está compuesta
por miles de anillos de casamiento que donó la población para su confección, valga la analogía lo que sigue es mi pequeño
anillo en la corona que Ruth y sus colaboradores confeccionan día desde cabeza de buey en sus interminables viajes en
busca de respuestas.
Material en bruto
L.O.I: ¿Qué es usted?
G.C: Soy
un hombre que busca. A veces
encuentro a veces quedo con las manos
vacías.
L.O.I: ¿Qué es
lo que busca?
G.C: Busco
historias. Busco rastros de otros en general, pero también en
el transcurso de esa búsqueda voy
viviendo mi propia historia.
L.O.I: ¿Dónde
busca?
G.C: No tengo
una sola respuesta para esa pregunta.
Tal vez no se la respuesta, o no existe una respuesta unívoca. En todo lo que hago está implícita mi
búsqueda, como mis sentidos.
L.O.I: ¿Podría
ser más claro?
G.C: Me
refiero a que no todos los actos (sería un absurdo afirmarlo) son instrumentales a las búsqueda. O no por lo menos en el terreno de la
conciencia y de la razón. Quizás en el campo pre reflexivo, pero eso no tengo
yo forma de saberlo, por definición no lo puedo abordar desde mi
conciencia. A veces la búsqueda es en un
lugar físico, por eso le digo que no tengo o no conozco la respuesta, a veces
la búsqueda está dentro mío o en un texto.
A veces hasta en un sueño. Además lo que yo llamo historias pueden tener
otras denominaciones más adecuadas o definiciones más precisas. Uno busca en el mundo, en lo externo…
L.O.I: ¿Es lo
que anota ahí en esa libreta?
G.C: Si.
En este caso son apuntes de este viaje.
L.O.I: ¿De qué
se tratan sus apuntes?
G.C: Son
variados. Por ejemplo me llama la
atención la cantidad de chicos en situación
de calle pidiendo en los bares, restaurantes, iglesias. Forman parte del
paisaje. Yo diría que del norte de Santa
Fe y Córdoba para acá.
L.O.I: ¿No los
ve en Rosario, Paraná, Santa Fé?
G.C: Tiene
razón, si los veo. Pero me parecen más notables acá. Allá veo los chicos en los
semáforos, limpiando parabrisas, veo los chicos de trapitos, veo los
abrepuertas en las terminales. No, no soy ciego y me duelen también. Pero aquí es como si los niños en situación de calle son más visibles porque se observa un
gran contraste, entre las clases acomodadas y los excluidos.
L.O.I: ¿Usted
entonces justifica la exclusión en lo que podríamos denominar el país central?
G.C: No yo no
justifico nada. Yo realizo una descripción
que es lo que usted me está preguntando
luego si quiere realizaré un juicio valorativo. Yo digo que la pobreza es más evidente en
sitios donde la desigualdad es mayor y eso no es un invento mío, ni mucho menos
existen índices como el coeficiente
Gini, que lo valoran.
L.O.I: ¿Pero
cree usted que se puede hablar de los excluidos con tanta asepsia?
G.C: No se
realmente adonde va dirigida su pregunta.
No creo que las mejores soluciones a los grandes problemas nacionales
surjan de los momentos de alta
emotividad. Al contrario creo que
para modificar una realidad tan dura
como la argentina falta razón. Razón
que nos permita conocer la realidad dura y pura, convenir acciones para
mejorarla, planificar los pasos a seguir etc. Y no creo que esa sea una
posición Aséptica o por lo menos con la carga negativa que a mi criterio se le dio
al término.
L.O.I: ¿Y cómo
cree usted que se llegará a ese escenario, sin protestas sociales demandantes
de cambios?
G.C: Bueno eso
es otro enfoque. Coincido con usted que la protesta social es necesaria para
poner sobre el tapete la necesidad de cambios.
No tengo ninguna duda al respecto.
L.O.I: ¿Y por qué
cree usted que con las desigualdades que
marca estas protestas o estos
movimientos sociales que reclaman el cambio no son más visibles o más activos?
G.C: Yo marco
lo que observó, carezco de información estadística veraz, como para conocer la
evolución de esta situación de
exclusión, si marcha hacia la exclusión definitiva y estructural o si por el
contrario se marcha hacia modelos más inclusivos. Esto lo digo independientemente del discurso
de los gobernantes o de los opositores.
Además debemos ser conscientes que nuestro país presenta una estructura o una superestructura diría yo que es el peronismo, que de alguna forma
actúa como un elemento de estabilización social. El peronismo hoy por hoy, no es un conjunto
de principios o postulados políticos, es una herramienta para obtener y manejar
el poder. Una herramienta capaz de llevar al gobierno al Teniente General
Perón pero también a Cámpora, Maria Estela Martinez, el neoliberalismo vernáculo y privtizador del
riojano Menem, el supuesto desarrollismo del fugaz Duhalde
o a los
Kirchner con sus luces y sus sombras. Esa estructura sin ideología,
cuenta con una burocracia también sin ideología y disponible para tomar
cualquier rumbo. Pero reitero actúa como
un factor que coopera con la estabilidad social… también es capaz de sembrar el
caos como ha ocurrido varias veces.
L.O.I: ¿Usted
entonces cree que el peronismo es responsable del status quo o de su
preservación?
G.C: No como único responsable desde luego. Sería absurdo plantearlo en esos términos. La oposición
no peronista es escasa. El “no peronismo” y lo digo a propósito para diferenciarme del “Antiperonismo”
es muy poco visible en la actualidad, y encima contiene
en sí sectores de “antiperonismo”(como Lilita Carrió) que atrasan cincuenta
años. En el menú de supuestos sucesores
del actual gobierno que no ha logrado ganar su batalla contra la pobreza y la
indigencia, se encuentran Massa , que
fue funcionario de este gobierno y hasta jefe de gabinete, Scioli elenco estable de los últimos
gobiernos peronistas, Macri un empresario neoliberal muy cercano al
peronismo de derecha y a la burocracia sindical y no mucho más. En el Unen
Cobos y Binner, los únicos “no peronistas” Sanz y Carrió
que se pueden definir como “antiperonistas” y luego Pino solanas, Libres del sur etc que tienen un raíz
peronista. Pero todos estos son nombres, nada más que
nombres. No existen edificios
ideológicos, ideas, proyectos concretos para modificar la
realidad. Por eso creo que Argentina
carece de partidos políticos reales que
puedan nuclear por un lado a las
derechas conservadoras y liberales, por otro a las social democracias y por
otro a las izquierdas mas ligadas a la
lucha de clases. Porque existen dos niveles de políticas: las coyunturales que actúan sobre los efectos de las crisis como un paliativo, lease subsidios, planes, estímulos etc y las de fondo que nacen de las preguntas "¿Qué cosa queremos para el país?" y "¿Por qué?" y eso requiere una ideología en un sentido u otro. Ambos niveles de políticas son interdependiente y el éxito de una depende de la otra.
L.O.I: ¿En
definitiva cual cree que es la salida?
G.C : Si yo la
supiera la gritaría a los cuatro vientos.
Aunque también en tema de la “visibilidad” que usted marcaba antes es
importante. Hoy los medios de comunicación son los medios de modulación de
humor social. Y esos medios responden masivamente a intereses cercanos al poder político o a determinados grupos
económicos de presión. La supuesta democratización de los medios quedó a medio
camino. Eso también contribuye a la
falta de “visualización” de la protesta social o la injusticia. Argentina no es un país rico, es un país que
tiene una porción la pampa húmeda y el litoral con una gran riqueza, agricologanadera
e industrial (incluyo a Córdoba) el
resto es un país mucho más retrasado y olvidado. Quizás también por las políticas
populistas o no. La destrucción de los
ferrocarriles en los años noventa fue catastrófica. Más allá que debemos rediseñar nuestros
ferrocarriles, puertos , matriz energéica etc.
L.O.I. ¿Y su
búsqueda?
G.C: No tenga
dudas , mi búsqueda sigue. ¿Y la suya?
L.O.I: Yo solo
pregunto. Gracias