sábado, 19 de junio de 2010

Cuarta Entrada de Brumas

Elena

Cuando la mujer volvió a su casa encontró a Ami en el sillón de la sala con los auriculares puestos, la saludó y cómo ésta no le contestó se acercó levantando uno de los micro parlantes. Ami levantó la cabeza, sonrió y saludó a su madre. Luego de un rato ambas mujeres, madre e hija se sentaron en la cocina a comer tarta de jamón y queso fría y a mirar televisión. Tinelli , estaba imperdible, a la madre le encantaba éste programa, pues afirmaba, le limpiaba la cabeza de tantas broncas que la invadían en su trabajo en la Estación de Servicio. Desde que su marido la había abandonado, por otra mujer más joven , para Elena , el silencio era mal compañero , un acompañante que le acercaba espectros del pasado, que le traía a la superficie de la conciencia viejos pensamientos, que había rumiado durante años y cuyo jugo amargo impregnó cada una de sus células, convirtiéndola en una mujer opaca, descreída y fundamentalmente triste.
Cuando veía a su hija, secretamente envidiaba su juventud, su lozanía , sus ímpetus juveniles. Pero sobre todo envidiaba sus ilusiones, y se decía a sí misma que pronto esa mocosa vivaz, se convertiría en algo parecido a ella , que tarde o temprano la vida le sacaría la silla y quedaría sentada en el fango de la realidad, embadurnada de las miserias y las pestilencias del mundo de los adultos. A cada mariposa la espera su parabrisas se decía, mientras miraba el juvenil rostro de su hija donde los rasgos de su ex marido se expresaban cada vez con más notoriedad. De alguna manera ése maldito recibiría su castigo a través de los sufrimientos femeninos de su hija. ¡ Es muy fácil ser varón pensaba! Como un picaflor, van de planta en planta, no soportan el peso de los hijos en la panza y en la columna, no los paren. No menstrúan. No se vuelven menopáusicos. Al fin de cuentas, pensaba Elena, Dios a sido injusto en la repartición de cargas entre los sexos. ¡Claro si Dios es varón! . Ami miró a su madre , que permanecía callada desde hacía largo tiempo, le tocó el antebrazo con el vaso de gaseosa, ésta le devolvió una sonrisa , casi una mueca. Y Ami sintió una vez más ésa distancia, ése abismo que existía entre las dos y que nunca había logrado comprender, pero que percibía cada día de su vida, desde que tenía memoria.



Los Amigos

En el pool Los Rancheros sonaban fuerte “Contra una pared dejé pintado, nuestros nombres enlazados, salpicados por el aerosol,...” Fran se inclinó sobre el paño y con una golpe de taco preciso hizo entrar la bola negra en la tronera de la esquina entre los brazos del negro Seba quien saltó simulando disgusto y gesticulando en forma exagerada. Luego ambos amigos se dirigieron a la barra se sentaron en los taburetes recubiertos de cuerina azul y pidieron dos seven up con limón. El negro Seba palmeó afectuosamente la espalda de Fran y luego aparatosamente brindaron con sus vasos de trago largos transpirados por el hielo abundante. Charlaron de fútbol largo rato, éste sería el año de Rácing , al negro Seba no le cabía ninguna duda, el chanchi Estévez y el pepe Chatruc la rompieron contra Estudiantes, como dieron vuelta ése partido algo increíble. Luego el tema derivó hacia las chicas , planearon ir al bailable que se realizaría el Viernes . Fran estaba enloquecido con ésa gurisa y el negro Seba era su amigo , de ésa clase de amigos capaces de acompañarlo hasta el fin del mundo. Mucho más a un bailable, él también quería ver “alguna cosita por ahí” según dijo. Fran le sonrió con una sonrisa cómplice. Lo invitarían a Facu si es que éste no se iba a las carreras de Karting, un primo suyo de Ramírez corría el fin de semana y ya se sabe como es Facu, “de los libros a los fierros y de los fierros a los libros” dijo Fran gesticulando e imitando la forma de caminar de su amigo. Además según el negro Seba estaba más enloquecido de nunca porque estaba terminando de arreglar el auto viejo que le había obsequiado su padre, que se caía de a pedazos pero que según él estaba quedando lindo. Fran comenzó a bromear , con un viejo chiste que le hacían a Facu , diciéndole que una quiosquera obesa que vivía a media cuadra de su casa, que además de gorda lo doblaba en edad , era su novia. Tendría que preparar el auto para resistir mucho peso, reían hasta llorar de sus ocurrencias y quizás por eso no vieron a Vale y a Flor cuando los miraron sonrientes desde la vidriera mientras caminaban rápidamente tomadas del brazo. Momentos después ambos jóvenes pagaron y se retiraron bromeando por la calle, no podían acostarse muy tarde, al otro día tenían clases. Rodrigo vencía a la muerte desde los parlantes “ la doce fue quien gritó Maradó, Maradó…” en el pool vacío.,

El capricho

Matías llegó a su casa, saludó a su padre que trabajaba en la mesa de la sala, le dio un beso a su madre y a su hermano menor que jugaban al chin chon en la mesa de la cocina y se sentó pensativo. Comió una milanesa con puré que su madre le había dejado sobre la mesa, bromeó un rato con su hermano menor, que había abandonado las cartas para dedicarse a preguntar sobre las más diversas materias a su hermano mayor y luego se dirigió a su dormitorio se tiró en el viejo sillón destartalado de alto respaldo que había heredado de su abuelo y colocó Flash Point de los Rolling en el marcianito, cuando “Start me up” desgarró el aire, Matías se sintió invadido por una extraña fuerza y comenzó a buscarle el lado positivo, a los cuentos que le había hecho el gordo Jorge.
Al fin y al cabo éste siempre estaba lleno de cuentos, que terminaban siendo verdad, algo bueno ,muy bueno tal vez, saldría de todo éste asunto.. De pronto no tuvo dudas que a ésa pendeja la ganaría sin mayores dificultades, diga lo que diga ése gordo hurguete, “que buscá por éste lado , que buscá por el otro” Boludeces pensó Matías , que de pronto había perdido el respeto sacramental que momentos antes había experimentado por su mentor. Nada mejor que el bailable del Viernes para empezar. Se decidió. Ya se pondría de acuerdo con Facu, al final éste pendejo era el más piola de todo ése grupito, los otros eran unos boluditos alegres. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy pensó , apretó el botón de stop justo cuando los Stones comenzaban la introducción de guitarra de “Paint it Black” se dirigió casi corriendo a la sala donde su padre guardaba las carpetas en la biblioteca, y le pidió las llaves de la camioneta , éste le indicó el llavero de la pared y le recomendó precaución, Matías se dirigió al teléfono y marcó el numero de Facu, cuando éste atendió le pidió que lo espere en la vereda, cerró bruscamente la puerta tras de sí y el sonido del motor diesel al acelerar retumbó en el recibidor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario