sábado, 13 de febrero de 2010

Vigésima Cuarta Entrada

Barrio San Blas ,fines del 2006

“Mi viejo y querido amigo:
El mal tiene muchas formas, una de ellas es la traición. El mal sabe sitiarnos, aislarnos convertirnos en parias. El mal tiene muchas formas y sabe disfrazarlas, camuflarlas ocultarlas a nuestra vista. La máquina del mal no se detiene”


Valdés, toda la vida fue un borracho, acostumbraba a tomarse hasta el agua de los floreros, su vientre prominente, sus palmas enrojecidas y sus tobillos hinchados daban fe de ello. No obstante había dejado milagrosamente la bebida luego que un pastor le impusiera las manos, solo por doscientos pesos. Como todas las mañanas se sentó en la mesa de su cocina pequeña y oscura, para preparar su infusión de prepucio desecado de mandril onanista del congo. Luego de tomar durante tres meses, tres tazas diarias, recuperaría su virilidad perdida por la adicción. Llevaba recién un mes y cada vez que sacudía su miembro viril para advertir algún cambio, la decepción lo invadía y para paliar su inquietud, miraba televisión. Todo lo que veía por televisión para el redimido Valdés, era verdad, el tratamiento que cumplía para la impotencia lo había conocido por éste medio y lo había adquirido con un simple llamado telefónico. Sintonizó el aparato en el canal local, mientras sorbía grandes tragos de la medicina de una taza de loza celeste. Impecable con su traje gris y su corbata al tono, el hombre hablaba mirando a la cámara, Valdés sintió como si lo mirara a los ojos, y sintió cierta vergüenza de pensar que el hombre desde la pantalla pudiera ver la etiqueta del sobrecito, en forma disimulada a pesar de su soledad, arrugó la pequeña etiqueta. Más tranquilo se dedicó a prestar atención al entrevistado. “¿Cómo decidió incursionar en éste terreno? Por lo que sé es algo nuevo para usted y para el grupo empresario al que usted pertenece” preguntó el periodista, el hombre lo miró con sus ojos encapotados a través de los cristales de sus anteojos de marco dorado y contestó “Para mí y para la gente que me acompaña la vida es un permanente desafío, nosotros no podemos permanecer quietos, estancados, varados en un presente anodino o rutinario, nosotros como la vida misma buscamos evolucionar avanzar, hacia la perfección. Y hemos considerado que la sociedad requiere un medio de comunicación escrita independiente y que responda a los verdaderos intereses de los ciudadanos por sobre banderías políticas que solo dividen a la sociedad y llevan al estancamiento, por encima de ideologías anacrónicas que han contribuido a la división y al servilismo de la raza humana. Nosotros pretendemos ser el canal por el cual la sociedad, el ciudadano común , canalice su energía positiva , de rienda suelta a su creatividad y pueda llegar con su pensamiento hasta el conjunto de sus congéneres que en su gran mayoría comparten sus ideales” Se detuvo para tomar un sorbo de agua de la copa que descansaba sobre la gran mesa del estudio y el periodista aprovechó para preguntar “Lo más brevemente posible, podría usted contestarme, ¿cual será la línea editorial del periódico que usted dirige?” El hombre carraspeó inclinó su espalda hacia atrás en la silla que ocupaba estiró los brazos sobre la mesa y levantando en forma teatral la cabeza miró al entrevistador a los ojos y dijo “Nuestra línea editorial, será la línea editorial que la sociedad reclama, la línea editorial de las miles de gargantas que gritan diariamente por su seguridad, de los miles de ciudadanos que diariamente son violados en su propiedad en sus bienes, de los miles de ciudadanos que añoran el poder mandar tranquilos a sus hijos al colegio, miles de ciudadanos que reclaman garantías para ellos y no para los delincuentes. Esa y no otra señor periodista será nuestra línea editorial y muy claramente la Señora de Flores Schneider presidente de nuestro grupo lo ha expresado” Terminó “Sobre eso quería preguntar, ¿Qué papel cumplirá la señora en éste emprendimiento? No escapará a usted que su figura ha sido muy cuestionada últimamente” Preguntó el periodista “No sé, no tengo bien claro a que cuestionamientos usted se refiere” Contestó el entrevistado con el rostro serio y un gesto que mal disimulaba una creciente indignación “Bueno, me refiero a las cuestiones judiciales en la que ha estado involucrada” aclaró el entrevistador con cierto tono de disculpa. El entrevistado llevó su mano izquierda sobre el cabello cano peinado con pulcritud y repentinamente con el puño cerrado de su mano derecha golpeó la mesa
“Me sorprende con que ligereza se embarra el buen nombre y honor de las personas, si no viniera de usted de quien tengo el mejor de los conceptos, hubiera tomado su pregunta como una burda provocación de los sectores garantistas y supuestamente progresistas que en forma constante tratan de menoscabar el honor de nuestra presidente. Sepa usted joven que la señora Estela Flores Schneider ha sido sobreseída en todas y cada una de las causas en la que maliciosamente se la involucró. Aquí se hizo justicia, el próximo mes estamos organizando una cena de desagravio, que seguramente contará con el apoyo de lo más granado de la sociedad. Lo que pasa es que en éste país se persigue a la gente decente y emprendedora. A la gente que trabaja, que todos los días contribuye al progreso del país. Y por otro lado se deja en libertad a la escoria, a la parte podrida de nuestro tejido social. Como decía aquel prohombre que tuvo nuestra provincia el Dr. León Morientes debemos aplicar cirugía mayor, amputar ésos sectores infectos, separar la paja del trigo. Para nosotros las palabras de Morientes deben ser como un faro que en las tinieblas en las que se encuentra nuestra sociedad, inmersa en toda esta patraña de garantistas y derechos humanos para los delincuentes, nos guíe hacia el buen puerto. Puerto en el cual las personas honradas, trabajadoras, emprendedoras y de trayectoria impoluta como la Señora Estela Flores Schneider tengan el reconocimiento que se merecen y los delincuentes y marginales que asolan nuestra sociedad tengan el castigo que se merecen”. Se interrumpió por un momento y luego en tono mucho más calmo continúo “En nuestro semanario de Opinión que como primicia le digo que llevará el nombre de La Mano Dura, la señora presidente cumplirá el papel de un espíritu rector, de un ejemplo a seguir.” El periodista se acomodó en su silla y con la cabeza levemente inclinada sobre su hombro derecho y un bolígrafo entre el índice y el pulgar de su mano derecha preguntó “¿Qué opinión tiene usted sobre la delincuencia juvenil?” El hombre permaneció en silencio una fracción de segundo, hizo un gesto con sus labios estirándolos como en una pequeña trompa , se limpió la manga del antebrazo izquierdo con su mano derecha lo que permitió ver su reloj de oro importado y dijo “Interesante su pregunta joven, la delincuencia juvenil es uno de los principales flagelos que asola a nuestra sociedad, una problemática que no ha sido encarada de la forma que se merece , que no ha sido evaluada en la verdadera magnitud de su gravedad, en nuestro país cualquier menor comete un delito y es inimputable, las leyes los protegen y de ésa forma escapan al castigo a que sus actos delictivos los hacen merecedores. Yo le voy a dar una opinión personalísima pues aún La Mano Dura no se ha expedido y seguramente nuestra posición al respecto será fruto del debate. Por eso mi opinión es absolutamente personal, y se que para mucha gente es una opinión blandengue, débil y carente de la energía necesaria para corregir éste mal. Pero tratándose de jóvenes, tengo efectivamente una actitud más contemplativa. Como primer medida creo que habría que bajar la edad de imputabilidad a los cinco años, esto permitiría que el 90 % de los delincuentes juveniles sean alcanzados por la justicia, como segunda medida creo que deberíamos tener un registro de identificación en el ingreso al preescolar, no al jardín de infantes como reclaman algunos lo que me parece una barbaridad, esto podría actuar como una especie de registro de reincidencia y antecedentes, lo que nos permitiría aislar a los reincidentes en instituciones de máxima seguridad y apartarlos definitivamente de la sociedad. Como tercer medida creo que los padres de los niños delincuentes deberían ser esterilizados, pues no puede escapar a nadie que la delincuencia juvenil tiene una raíz genética. Esto sería básicamente mi opinión que como le aclaro es personalísima y que bajo ningún punto de vista debe ser tomada como la opinión de La Mano Dura” Terminó. “Bueno así concluimos la entrevista con el director del nuevo semanario, que ésta semana comenzará a publicarse en nuestra ciudad con alcance regional por cierto y probablemente provincial, le agradezco mucho su presencia” dijo el periodista. Mi primo impecable en su traje gris con corbata al tono le dio la mano jovial y continuó hablándole al oído luego de que se cortara el audio y la imagen se alejara lentamente quedando en penumbras.
Valdés pensó “¡Qué tipo bárbaro éste, como sabe, la Pucha!” Acto seguido cambió de canal.






Notas

“Si mirá lo de las moscas, me lo dijo el Pedro. La verdad que yo nunca había visto semejante inmundicia, moscas y caranchos. Avisé y mandaron la cuadrilla a desinfectar. Yo no soy muy creyente, pero ése día me fui a la gruta del Lourdes y le puse unos gladiolos a la virgencita, son cosas que para mí, para mí te aclaro, son cosas del diablo. Seguro que si me escucha algún cura me da un reto, y capaz que tiene razón. Pero sigo pensando que ésas son cosas del diablo. Hay veces que pasan cosas raras, como si el de la horquilla quisiera salir de abajo y pasearse por el mundo. Pero había una pudrición con ésa cabeza y tripas de cordero tiradas que yo pocas veces había visto y alguna que otra osamenta conocí. Yo trabajé muchos años en el campo y en tiempos de seca las vacas se mueren una tras otra y teníamos que amontonarlas en los bajos para que no hieda todo el campo. He visto muchas osamentas muchacho, pero pudrición como la de ése día, no. Y las mataban y seguían viniendo, se te metían por todos lados bajo la ropa, en las orejas por todos lados, y la gente comenzaba a enchivarse, se mosqueaban por cualquier cosa, varios hasta se agarraron a las trompadas, pero claro, eso Cabrerita no te lo va a contar, si es el responsable de la cuadrilla. Si los de arriba se enteran de algún quilombo como ése, el que las paga es Cabrerita. Tal vez te va a contar algo, si hasta casi lo garrotean a él, y mirá que los muchachos lo respetan al viejo y él se sabe hacer respetar. Pero viste, estaban como sacados, por cualquier cosa se partían la pala en la cabeza. Pero bueno, son cosas que pasan en el laburo y hay que dejarlas atrás. Bueno, como te decía me había quedado tan pensativo ése día que decidí ir a ponerles los gladiolos a la gruta de Lourdes, es remilagrosa ésa virgencita, sino andá y mirá la cantidad de placas de agradecimiento que ha puesto la gente. Fui dejé las flores recé un avemaría y me volví manso por Ramírez como buscando Avellaneda para llegar a mi rancho, en la esquina de San Lorenzo escuché los gritos, a ésa hora de la siesta se escuchaban claritos, ví la camioneta y ésa mujer discutiendo con doña Carolina , de puro curioso me paré en la esquina a mirar, seguían discutiendo con grandes manotazos las dos mujeres , hasta que sin dejar de discutir se metieron para adentro. Me quedé en la vereda de mi casa fumando un cigarrillo, pues a la patrona no le gusta que fume adentro, cuando sentí la explosión que venía de ése lado del Barrio Norte, al rato pasó la mujer en la camioneta como alma que se la lleva el diablo por aquí para el lado de la ruta 12, había subido por la calle de atrás del deportivo y agarró para allá como de digo. A los pocos minutos pasaron los bomberos, pero dice que cuando llegaron ya no hubo nada que hacer, las dos viejas eran como tizones , dicen que le explotó una garrafa, que los peritos dicen eso, bueno. Esto que te cuento se lo conté al inspector Cudini , tomó nota en su libreta, pero a mí nunca me llamaron a declarar ni nada, por un lado mejor, si no te tienen a las vueltas” Fragmento de mi entrevista con el sereno Acosta. Publicado sin autorización de éste.

“A la gurisa ,por que no era más que una gurisa, tendría 12 años , no se bien porque yo no le tomé los datos, la trajo el viejo Benítez ése viejo que trabajaba en la estancia de Flores Schneider, ahí donde crían bichos o que se yo , llevan todos ésos boludos a meterlos en el monte , pero si vos lo debés conocer, el viejo Benítez ése que lo echaron por ladrón, así que la gurisa tiene que ser de ésos rumbos de crucecitas tercera o de séptima . La trajeron en trabajo de parto, ya casi teniendo te diría, como un bichito la gurisa, sin ningún control, ni vacunas , nada, y eso que para aquel lado hay centros de salud pero ésa gente es arrastrada , son peor que las vacas, porque a las vacas seguro que le llevan veterinario y todo. La cosa que éste viejo la trajo y la dejó pues según decía apenas la conocía y el no era pariente ni nada. Como vecino se había ofrecido a traerla y nada más, no quiso firmar ningún papel, nada. Dejó la gurisa en la guardia y se mandó a mudar, diciendo que le avisaría a la familia que si algún pariente quería venir a cuidarla bien y que si no para eso estábamos nosotros, que para eso nos pagaban.
A la chica no se le podía sacar ni media palabra, de huraña que era, después que tuvo el bebé no lo quiso ni mirar, y cuando estuvo recuperada se escapó por la ventana, no sé si la abran encontrado. El nenito quedó aquí en Pediatría, lo criaron las enfermeras, hasta que se pescó una neumonía y lo mandaron al San Roque a Paraná. Según dicen ahí lo adoptaron, una pareja del sur, no me preguntes de donde porque no sé. Lo que nosotros charlábamos siempre con las chicas, es que tenés que tener ganas de adoptar un bebe, así deforme, sin ojos, un verdadero monstruo”
Fragmento de mi entrevista con el enfermero Dubs. Publicado sin autorización de éste.


“Cuando Cudini me vino a ver con ése cuento de Lorena Berezaga, sobre los relatos de Ari Del Monte, en su última noche, yo lo escuché divertido, realmente pensé que todos estaban muy sugestionados por la situación. Aquí y allá, todos creían ver a Lucifer por todos lados. Lorena había relatado a Cudini, que la última noche que vio a Ari antes de su muerte, habían cenado, el anfitrión, el soldado y ella. Del Monte se encontraba especialmente inquieto en esa oportunidad, inicialmente Lorena lo atribuyó a la abierta hostilidad que L demostraba hacia ella. Pero luego con el transcurrir de la noche, se dio cuenta que era otra cosa la que atormentaba a su amigo. Ari no se sentía bien desde varios días atrás, seguramente debido a su afición a la ginebra, ésa tarde había ido al cementerio a la tumba de sus padres. Mientras se dedicaba a limpiar la lápida, del mármol pulido habían comenzado a brotar gusanos uno tras otros, comenzó a matarlos pero éstos seguían surgiendo de las entrañas de la piedra, como un recordatorio de la corrupción que cubría. Ari se alejó corriendo y permaneció taciturno y nervioso, sin poder olvidar el episodio y tratando de auto convencerse que se trataba de un Delirium Tremens, de una alucinación, del fruto de su cuerpo intoxicado y enfermo.
Esto relató a Lorena aquella noche, mientras L fumaba en el patio. Cudini parecía muy preocupado por esto, nunca supe bien por qué. Lo tranquilicé explicándole la demencia que se abatía sobre los alcohólicos y la frecuencia con que alucinaban con animales. El hecho que Del Monte hubiera muerto días después de una hemorragia digestiva fulminante no era más que la prosecución de su patología, el desenlace que frecuentemente encuentran estas personas.
Yo no tuve quien me tranquilizara ésta mañana, sólo el señor me tranquilizará con su apoyo con su enorme sabiduría y con la conciencia de su poder omnímodo. La mañana era soleada, apacible con una leve brisa del noreste que agregaba calidez al aire. Estaba yo bendiciendo el terreno del nuevo camposanto del convento, cuando una de las monjitas ingresó a los gritos, desencajada, llamándonos hacia la capilla, corrí tras ella mas curioso que preocupado. Al ingresar al templo ví sobre el altar una masa de vermes ondulante e inmunda. Me dirigí resuelto hacia el lugar y agarrando una escoba y una palita de la basura comencé a barrerlos ,convencido de que se trataba de algún fenómeno natural que no tardaría en comprender y explicar a las afligidas monjas, pero seguían surgiendo del mármol pulido como en la alucinación de Del Monte, no se cuantos minutos o tal vez una hora estuve luchando contra los gusanos que parecían innumeres hasta que la Madre concurrió con una botella de agua bendita y al arrojar el fluido sobre ellos comenzaron a morir en medio de una nube de vapor, como si hirvieran en su propia linfa. Arrojamos agua bendita sobre los que estaban en el recipiente de la basura y corrieron la misma suerte. Luego nos inclinamos todos a rezar, en el convencimiento que habíamos presenciado una señal, sobre la que tendríamos que meditar.”
Del diario del padre Iriarte. Publicado sin autorización.

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