domingo, 27 de diciembre de 2009

Décimo Octava Entrada de los Custodios del Sello

El Éxodo de los Oludos

Los niños descalzos caminaban por la tierra abrasiva de las serranías, su piel salpicada de pústulas amarillentas, sus pies cubiertos de excoriaciones. Las viejas sucias y harapientas caminaban con la cabeza gacha, envueltas en sus ropas negras, de tanto en tanto rascaban su cabeza, mata grasienta y pululante de piojos. Asían sus hatos con manos crispadas, las venas azuladas transparentándose en su piel de pergamino
Los hombres, magros, sudorosos, con los ojos midriáticos del espanto cerraban la marcha, atreviéndose apenas a mirar hacia atrás. En el Este la gruesa columna de humo negro se elevaba al cielo. Villa La Ola terminaba de hundirse en las fauces del fuego que llegó del mar. Una marcha errante sin destino, una huída, diáspora de los aterrados que ingresaban en el olvido o la negación.




Comentarios

“Mira , préstame atención, en mi opinión existen contradicciones en todo éste asunto que solo pueden ser aceptadas por un fanático como L, es importante notar que en ése cuarteto existía un abanico amplio de personalidades, en un extremo Flores Schneider que ya en su juventud es escéptico que sigue a sus compañeros casi por inercia pero sin convencimiento alguno, una fe superficial tomada con alfileres, diría yo, cuando encuentra gente que le ofrece un resarcimiento económico por cosas a las que él no le da valor alguno no tiene ningún escrúpulo en realizar una transacción , no tiene tampoco ningún remordimiento. Ari del Monte es un tanto ambiguo, investigador de cosas sin sentido, pero para muchos con más sentido que otras, como la Concepción de la Virgen o la Resurrección de Cristo, es más fácil creer que un tipo fue catapultado desde un barco que creer en éstos otros fenómenos sobrenaturales en los que creen millones de personas. Probablemente abandonó sus compromisos por favores sexuales, seducido por los placeres de la carne, el aroma, la tibieza, la suavidad, el embrujo de un cuerpo de mujer es mucho más real que una leyenda apocalíptica. Por eso abandonó a sus compañeros de cruzada, y ayudó a la serpiente. NOAR por su parte se mantuvo firme en sus convicciones, pero hombre poco amante de lo formal, del folclore, de lo tradicional, trató de convencer a L que no se trataba de ésas viejas reliquias las que mantendrían a salvo el mundo, si no la fe en lo verdadero, no en lo accesorio, la fe en lo esencial no en lo ritual. El amor verdadero en definitiva. Por último L era un fanático, un perceptivo, un hombre que sentía en su cuerpo la presencia del mal, que si bien en alguna oportunidad fue convencido por los argumentos de NOAR, retornó a la senda del fanatismo, creyó a pie juntillas que las reliquias de Pérez de Roldan que ellos encontraron en su juventud eran el sello, la llave, el candado. Como si algo material, totémico, pudiera detener fuerzas que se desenvuelven en otra dimensión. Mató y murió por su creencia probablemente fue victima, de su propia visión limitada y obtusa” dije. “ Si existen contradicciones, lo que ocurre es que probablemente no se puede aplicar la razón a cuestiones como éstas, si usamos la razón lo de Flores Schneider fue un accidente debido al temperamento sanguinario de los dogos, sin embargo yo creo y cuando crees no siempre lo podes explicar en forma razonable valga la redundancia. Creo que Flores Schneider fue victima de algo sobrenatural, el silencio
del monte previo al suceso según relatan los testigos, la impaciencia del cazador apostado, la furia asesina de la Jauría, a Flores se le abrieron las puertas de su propio infierno. Lo de Ari del Monte es más discutible, más borroso como observado a través de un vidrio esmerilado, Balcarce, como le decía papá, era un bebedor empedernido quizás su muerte fue natural, varices esofágicas, más allá que según dicen nunca había padecido patología digestiva alguna, unos días antes L había estado con él un posibilidad es que lo asesinó. Dios lo sabe, en la carta que te di en aquel libro L se sentía traicionado, se sentía como el último cruzado, desde ése estado psíquico se puede llegar a cualquier parte.” Afirmó Marisa. “Que me decís del viejo Bautista” pregunté
“ No sé , no sé que pensar , es muy extraño, es como si realmente hubiera recibido una señal, no se con que fin, quizás con la única finalidad que trasladaran el cofre hasta el pozo, nunca lo tuve claro, papá tampoco sabia que pensar, según me contó, el viejo vivió el resto de su vida como un Santo y con una devoción fanática por la Virgen del Carmen” Terminó “Lo de los restos de L , deja muchos interrogantes, de dónde salieron ésos sujetos , con antropólogos forenses, médicos y que se yo, toda ésa parafernalia . Te juro que jamás había escuchado de ésa Congregación, está bien, de los Cartujos me enteré hace poco, pero de éstos tipos ni palabra.” Comenté casi para mí “a mí también me llamó mucho la atención, tanto movimiento por un lobo solitario como L, hasta se comentaba que uno de los antropólogos forenses había estado en la identificación de los restos del Che Guevara. De todas formas se lo llevaron a L en un paquetito quien sabe adonde, a veces pienso que solo querían asegurarse de su muerte, a papá le hubiera dolido tanto todo esto, mejor que no vivió para verlo” calló de repente con un gesto triste.




Sierra de los Padres 1946 La Revelación

“Casi nunca hace calor en Febrero, la verdad que estos días son raros, seguramente tendremos una tormenta y volveremos al tiempo fresco, no obstante debemos aprovechar las circunstancias para ésta comida al aire libre” dijo L “Yo la estoy pasando muy bien ¿y creo que vos Flores también o no es así?” dijo NOAR “Lo mío es inmejorable Nico” dijo Flores mientras miraba distraído hacia los cipreses. “Pensaba en ése libro de Fioramonti que vimos en San Telmo” dijo L de repente “es muy particular, desde el punto de vista de la forma como está escrito. “Recuerdos de un Relato en la Pampa” si hasta el Título es raro casi ridículo, la forma casi textual en como se reproducen los relatos, es como si hubiera recurrido a una copia taquigráfica, me ha llamado mucho la atención, tomé varias notas, además me da la impresión que las cosas que da a conocer son únicas, no las he visto en ninguna otra parte” se interrumpió mientras mordía un sándwich “ni que fueras una biblioteca andante L, no creo que hayas leído todos los libros, para decir que lo que ésta escrito en ése mamotreto es único, a mi me pareció bastante mal escrito por cierto, lo del cura emparedado, el pueblo castigado como Sodoma y Gomorra es bastante imaginativo por cierto, pero también lo son muchas otras supersticiones y leyendas que te pueden contar en el campo ahora mismo” interrumpió Balcarce “Ya conozco tu opinión, me la expresaste ayer Ari, pero no obstante, a mí hay cosas que me intrigan , que creo que son dignas de investigarse, algún día lo haré” L guardó silencio con un poco disimulado fastidio.
“Hoy temprano, al rato que habíamos llegado bajé por aquellas rocas para ver la gruta” dijo Flores Schneider “me encontré con una vieja, parecía una mendiga, que estaba rezando, con la cara entre las manos, casi sin querer me quedé mirándola pues me sorprendió su presencia, de repente levantó hacia mí su mirada con unos ojos hundidos, que parecían más viejos que todo su cuerpo, y me preguntó si yo era de Nogoyá, se pueden imaginar mi sorpresa, aquí a mil kilómetros, en un lugar casi desierto como éste, ésa pregunta de los labios de una vieja zaparrastrosa .Le pregunté a mi vez que por qué quería saberlo, ella me contestó que ya sabía la respuesta pero necesitaba oírla de mis labios para liberarse de una larga espera” Flores Schneider se detuvo para encender un cigarrillo y nos miró uno a uno, como evaluando nuestra reacción , continuó
“Liberarme de una larga espera, así dijo por ridículo que parezca como los dichos de Fioramonti, cuando le conteste que efectivamente yo era de Nogoyá, que había venido a acompañar a unos compañeros estudiantes, me sonrió con su boca desdentada y me dijo que tenía un mensaje para darme, que por décadas había esperado mi llegada, y que ahora por fin su misión sería cumplida, volvió a permanecer callada , con las manos en su rostro por un rato, y me preguntó si en Nogoyá había alguna capilla de la Virgen del Carmen, le dije que sí que efectivamente era la patrona del pueblo, y la vieja me dijo que los cuatro tendríamos que ir a un lugar que me dijo estaba indicado en éste papel” extrajo de su bolsillo un trozo de papel amarillento prolijamente doblado y continuó
“que los cuatro tendríamos que ir y recuperar ciertas reliquias que se encuentran en los restos de una capilla abandonada, para llevarlos a Nogoyá y evitar que el diablo se enseñoree en el mundo” calló mientras nos miraba “la verdad es que si no fuera por tus comentarios sobre la obra de Fioramonti, no les hubiera contado nada” terminó.
L se puso de pie y marchó hacia los cipreses, bajó por las rocas hasta desaparecer. Noar se golpeaba la bota con un pequeño palo, la cabeza agachada, ensimismado. Ari del Monte extrajo del bolsillo interior de su campera una pequeña botellita recubierta en cuero de carpincho, desenroscó la tapa con su mano derecha apoyada sobre la rodilla y bebió un sorbo ofreciéndosela luego a Flores Schneider quien la rechazó “Los entrerrianos parecen muy místicos, con razón las buenas migas con L, todos los años vengo a éste lugar y nunca me encontré con ninguna pitonisa, ni vieja ni joven, ¡debe ser porque no soy de Nogoyá, carajo!” dijo con una sonrisa burlona “de todas formas quisiera ver ése papel, ¿me lo prestas un momento?” dijo extendiendo la mano hacia Flores, éste lo extrajo del bolsillo interno de su saco y se lo alcanzó con un gesto de indiferencia, la silueta de L emergió entre las rocas, “ni rastros de tu vieja Flores” dijo dejándose caer al lado de NOAR que continuaba en su actitud distante..

2 comentarios:

  1. Hola Gustavo Cresta,

    Con tu permiso me gustaría quedarme en tu Blog y seguir leyéndolo.
    No solo me es interesante. Estoy segura de encontrar en él un maestro de las letras. Gracias

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  2. Hola Gustavo agradecerte tu visita a mí Blog. Encantada de que te haya gustado, yo seguiré encontrando en el tuyo textos de maestría. Nos seguiremos leyendo.

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