domingo, 20 de septiembre de 2009

Cuarta Entrada

Bajo el puente del arroyo Sauce .La Tentación. Paraje La Cumbre 1982

“y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares” Mateo 4-9

Desde que su madre le quemó las manos con agua bendita hirviendo y lo dejó dos días arrodillado sobre granos de maíz frente a la imagen de Santa Teresita, Casto Morales no se masturbó más en su casa. Pero lo hacía en sitios alejados y solitarios. Frecuentemente con su bicicleta tomaba por los caminos rurales, para ir a pescar, como había hecho esa mañana, el arroyo Sauce corre encajonado en ese paraje y siempre tiene agua, es un buen sitio, tuvo una buena pesca aquel día , comió los bagres fritos y bebió un buen medio litro de vino, tenía mandarinas para que su madre no percibiera el olor a alcohol cuando regresara. Casto Morales era un muchacho solitario. Tenía pocos amigos pues casi todos se burlaban de su aspecto regordete y de su personalidad apocada. Tirado sobre la espalda contemplaba la estructura de hormigón del puente, en aquella siesta de verano, con gesto distraído bajó el cierre de su pantalón vaquero extrajo su pene y comenzó a apretujarlo y estirarlo hasta que estuvo erecto, comenzó luego a masturbarse con movimiento rítmicos de su mano. “Pajero, onanista” escuchó como en susurro. Abrió sus ojos y buscó en derredor mientras se cerraba apresuradamente la bragueta. Sobresaltado se puso de pie y entonces vio al muchacho sentado en la otra orilla a pocos metros de la cabecera opuesta del puente, que con un mojarrero en la mano lo miraba con una sonrisa burlona. “Que me coma la tierra” pensó Casto “Sí, te podría comer la tierra y de hecho algún día lo hará, ¡Y no se perderá mucho!” dijo el otro leyéndole los pensamientos. Casto lo miró atónito “Si, se todo lo que piensas vos y cualquiera” dijo el pescador recién llegado. “¡Pero como es posible!” preguntó a su vez “Para mí nada es imposible, hasta puedo convertir a un gordito Pajero como vos , en un ganador , en un ganador en todo, plata , mujeres, poder todo, si no me crees mirá” Dicho esto se elevó por los aires y cruzó el arroyo volando “Que te parece gordito?” preguntó.
“Cómo es posible?” repitió Casto “ Es posible pues yo soy el todopoderoso, y estoy aquí porque deseo que seas mi seguidor” contestó el otro “ Pero si yo me confieso todos los Sábados y voy a misa todos los Domingos, yo soy tu seguidor, te prometo que no lo volveré a hacer, solo te pido que mi madre no se entere” dijo el gordito cayendo de rodillas. “Estúpido gusano, yo no soy el que está en esas iglesuchas llenas de curas y viejas chotas como tu madre, yo soy el verdadero todopoderoso, algunos me conocen por Lucifer, Diablo, Satanás, Luzbel, Demonio. Yo soy el verdadero Dios pero no soy ni misericordioso, ni bondadoso ni muero por tus pecados, digamos que tengo un costado mas comercial” y rió con una risa que heló los huesos del muchacho pero que a su vez incrementó su curiosidad y su ambición. “ Quieres hacer un negocio conmigo? yo no tengo otra cosa para vender que no sea mi bicicleta y tengo que volver a mi casa que queda como a tres leguas” dijo el muchacho. “Realmente sos un gordito pajero, yo lo que quiero es tu alma para después y tus servicios hasta que llegue el momento que me entregues mi compra, yo puedo darte lo que quieras si me das lo que te pido”
tentó el diablo “ Hace aparecer un muchacha calentona para que yo me la coja ahora, entonces” sonrió Casto descreído. “Si te complazco, el trato queda hecho gordito, ojo no hay marcha atrás” susurro Lucifer casi en su oído. “Bueno” dijo Casto. El recién llegado giró sobre sus talones y desapareció tras un grupo de árboles tarareando Satisfacción de los Rolling Stones. Casto quedó solo un largo rato, cuando comenzaba a recoger sus cosas avergonzado y pensando que nuevamente le habían tomado el pelo , una columna de agua se levantó de la lisa superficie del arroyo y de ella apareció un hermosa mujer , con el cabello mojado y solo gotas de agua cubriendo su desnudez caminó sobre los círculos concéntricos que provocó al emerger y se paró frente al adolescente desabrochando lentamente su camisa mientras le mordía la oreja izquierda diciéndole
Hazme tuya, ya, por favor, por favor , ardo de deseo, mi vientre se va a incendiar ,si no me posees”






Rosario 1990 Charla con L


La avenida Pellegrini es el límite sur, de lo que podríamos llamar el centro de Rosario, comienza al este actualmente en la avenida circunvalación y termina en el bajo cerca de La Siberia contra el Río Paraná. Sobre ella, entre Paraguay y PTE. Roca se encuentra una Iglesia, Nuestra Señora del Carmen.
El padre L, lo llamaremos así para no rebelar su identidad, ejercía su ministerio en ella.
Pronto pasaría a cuarteles de invierno o a mejor vida por su edad y su hábito de fumar en forma incontrolada. A lo largo de su vida investigó a diversos personajes singulares de la Iglesia, como entretenimiento, no por otra razón.
A Alfaro Rodríguez lo había conocido en su juventud.
“NOAR es un loco” me dijo “cree que puede describir la historia, desde sus pensamientos actuales, lo que deforma y contamina todo de una subjetividad malsana”
“Yo le conté el episodio de Villa La Ola, pero él lo tiñó de ideología y lo transformó en el ejemplo de la iglesia encerrada en sí misma, que se aísla del mundo y se pudre en su inmovilidad” “Nada que ver” dijo mientras encendía otro cigarrillo con la colilla del anterior. El olor de la Celulosa Argentina de San Lorenzo impregnaba el ambiente con un olor desagradable. Es uno de los olores característicos de Rosario cuando el viento norte lleva las emanaciones de la planta industrial sobre la ciudad. El ruido de los autos no me permitía por momentos escuchar lo que el viejo decía con su voz de madera. “Muchos dicen que Pérez de Roldan ascendió al Cielo rodeado de ángeles en una nube, si sí exactamente igual que la Virgen María” (otros en cambio afirman que la capilla fue su tumba , pensé) “NOAR no cree en los milagros y en todo ve segundas intenciones, pero yo creo en lo que se murmura , es probable que Pérez de Roldan en realidad fuera un Santo” Dónde realmente está Villa La Ola? Pregunté. El Viejo me miró con sus ojos hundidos, el anillo claro que rodeaba su iris pareció brillar, exhaló una bocanada de humo y me dijo “No está, no existe, no está en ningún lugar .Es cómo la ciudad de El Dorado muchos la han buscado, yo entre otros.”
“Se sabe que estaba a la orilla del mar, no se sabe si al Sur de la Provincia de Buenos Aires o en la actual Río Negro. Por ahí estaba, existir existió seguro. Pero muchas sombras rodean su historia. Probablemente relacionadas con su desaparición y por intereses posteriores.” “Juan llegó como cura a ésta villa castigado luego de estar en Bolivia y en Buenos Aires, nunca lo quisieron, en realidad era un pueblo de matreros y marginales según dicen” “Es verdad , que otros afirman que el cura era un loco, que pasaba de una excentricidad a otra, lo que erosionó la Fe de su pueblo y los alejó de la Iglesia” “Muchas son habladurías de viejas” “Que llenaba el cáliz con vino , que en lugar de pan usaba embutidos para la hostia, nada de eso está documentado” ”Habladurías de viejas” mascullaba y tosía. Sus ojos se posaron en un grupo de muchachas que cruzaba la avenida Pellegrini hacia el politécnico, una sonrisa pícara se le dibujó en el rostro, “Las rosarinas son las más lindas de la Argentina” dijo “la Pucha” agregó. “ Es probable que a éste tipo le faltara un tornillo, pero también es posible que fuera un incomprendido” “Este olor a celulosa es un mierda” , dijo,
“En Mar del Plata en casa de mi madre el olor a harina de pescado es insoportable pero es constante y a los pocos minutos no se percibe, pero éste olor intermitente no nos permite acostumbrarnos” En Nogoyá, el viento del este y sudeste, dije, también saturan la atmósfera de olor a cloacas. Un Nogoyaénse solitario en cualquier lugar del mundo al inhalar ése olor nauseabundo, solo tendrá que cerrar los ojos para que la memoria perceptiva lo transporte a los paraísos perdidos de su terruño, como Marcel Proust y la magdalena en el té. Agregué. “La cosa es que Villa la Ola desapareció de la faz de la tierra”, continuó, mientras con un gesto desaprobaba mi intervención sobre memoria perceptiva y paraísos perdidos. “Se rumorea que algunos años después del cierre de la capilla, la plaza principal de la villa era una Feria permanente donde se vendían desde estampitas del cura ascendiendo a los cielos dibujadas o pintadas por artesanos ante la mirada de los feriantes y bendecidas en el momento por agua que se extraía de un pozo, que según la tradición fue bendecido por el propio Pérez de Roldan para ahorrarse el trabajo de bendecir todos los días un poco de agua. Malabaristas, equilibristas, ruedas de la fortuna, tiro al blanco, venta de comidas y bebidas. Mujeres de vida licenciosa que ofrecían su cuerpo por dinero, pero afirmaban tener sus zonas íntimas benditas, por lo que fornicar con ellas no constituía pecado alguno, sino más aún constituía un ejercicio espiritual. Como un comodín, que en caso de un Juicio Final ajustado podría salvar del Fuego Eterno al fornicante. Se dice también que en una oportunidad un hombre que vomitaba fuego provocó un incendio que habría destruido el lugar así de simple” “Otros en cambio aseguran que el incendio fue intencional, provocado por alguna facción del catolicismo que deseaba abortar el culto del ascendido de Villa La Ola (de corta existencia pero que rápidamente ganaba adeptos entre la población mayoritariamente inculta y con una innata tendencia a creer en supercherías.). Los Oludos después de este incendio se dispersaron.”
“Otros , me contaron que una falange de jesuitas fanáticos encubiertos e infiltrados en la multitud de feriantes incendiaron la villa y dispersaron la gente, luego araron el predio y le arrojaron sal como en Cartago” “ Amenazados y temerosos los protagonistas de ésta diáspora, negaron para siempre su origen e incluso la existencia de Villa La Ola, el gobierno de la época guardó silencio, el rudimentario y politizado periodismo de la época guardó silencio y ése silencio constituye la sombra que rodea ésta historia y de la que te hable antes.” Antes de entrar nuevamente a la iglesia de N.S. del Carmen el Padre L apagó su último cigarrillo, abolló el atado vacío y mientras se despedía me dijo “Creo que lo único que quedó en pie fue la capilla tapiada, parece que no la quemaron ni la destruyeron pues es un recinto sagrado. Saludos a NOAR chau”
Pensativo, me acerqué a la esquina detuve un Taxi y me dirigí a la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, pensando que para muchos Troya era una ciudad literaria y luego se encontraron sus ruinas tan reales como la Cordillera de los Andes

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