martes, 22 de noviembre de 2011

Gallito Ciego . Entrada Décimo Primera


Gallito Ciego. Entrada Décimo Primera. Seguimos

Se cree que de alguna forma este grupo esotérico estuvo relacionado con el               tristemente célebre José López Rega.  Poco más.  Lo que me despertó curiosidad  es saber como Serra conciliaba su ortodoxia católica con las prácticas sectarias.   Falangista y brujo.
Inquisidor y hereje.    
Especie de alimaña polifacética. Capaz de resucitar al tercer día. Según el cristianismo Jesús  murió y resucitó para salvar a la humanidad. ¿Por qué lo haría Serra? Que pensamientos tan absurdos se me ocurrían en ésos días, daba por cierto un imposible.  Además era un caso más extraño de resurrección pues éste tipo había sido eviscerado, había pasado por la mano de los forenses, había sido privado de su integridad corporal en aras de la justicia. De la evidencia. Como si ante un cadáver con cuatro orificios de bala, fuera necesario preguntarse por la causa de muerte. No faltarán los que argumenten la posibilidad de heridas postmorten y todo ése tipo de cosas. No dejan de tener razón, pero en el caso de Serra existían testigos del momento en que lo balearon, en fin, son cosas que yo no logro entender del todo. Que tampoco  tienen  enorme importancia.
Serra a diferencia de Jesús había vuelto a morir. Había regresado a lo que siempre debió ser su última morada. De la que nunca debió salir. Pero en los evangelios también resucita Lázaro, un resucitado pasivo. Otra posibilidad para el caso del Hermano Serra. Me rondó esta idea durante varios días. Una idea descabellada como las que me estaba acostumbrando a tener. Volví a mi trabajo tratando de desterrar todo aquello. Pero algo íntimo me impulsaba a seguir. Como una pulsión independiente de mi voluntad o mejor aún que dominaba mi voluntad.

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