viernes, 18 de marzo de 2011

Tercera Parte de Brumas Décimoprimera Entrada

Aquellos dos

Las noticias en los pequeños pueblos corren como reguero de pólvora. No tardó el gordo Jorge en enterarse de la muerte de aquella pendeja que había conocido hace varios años, a la que le había prestado atención solo por el interés que tenía Matías en ella. Matías , ya lo veía poco, solo de vez en cuando , en las ocasiones en que él venía a Nogoyá cada vez más distanciadas. Algunas veces se hablaban por teléfono, no mucho.

El gordo Jorge no era un tipo de cultivar afectos, más podría decirse que cultivaba relaciones , por el beneficio que éstas le podrían deparar en el futuro. “Siempre hay que tener palenque donde rascarse “ era una de sus frases preferidas. Por eso en realidad había ayudado a Matías en aquella oportunidad, no digamos por una verdadera amistad, sino para tener un crédito de favores en su haber, con la intención de cobrarlo el día que necesitara una contraprestación. Desde que éste pendejo estudiaba derecho, y al parecer andaba muy bien, el gordo Jorge tuvo la certeza de que algún día le podría ser útil. Ya se sabe el mundo de la noche, tiene muchos dimes y diretes y quilombillos varios.

Por eso mantenía una relación distante, pero la mantenía, en “Stand by” como decía, dándole el significado de “lista de espera” esperando el momento en que le fuera útil.

Pero ésa mañana cuando escuchó la noticia, al principio la tomó con indiferencia como acostumbraba a hacer con noticias de ésa índole. Al final uno no puede estar llorando en los rincones por cada boludo que se rompe la cabeza en un accidente o se vuela la tapa de los sesos, el negocio de él ,pensaba, sobre todo desde que estaba como accionista en la sociedad, como un gerente de relaciones públicas, un “RR.PP” como le gustaba llamarse, le requería un permanente buen humor, chispa , dinamismo.

Él encarnaba la alegría , el buen rato, la joda plena en definitiva. Como siempre decía

“la sonrisa dibujada en el rostro, nada de bajones”. Siempre ponía como ejemplo , lo que pasó aquella noche de la tragedia de Cromañón, sus socios no querían abrir, que debían respetar el duelo, que las víctimas y no se cuantas otras boludeces por el estilo,

“¡No señores!” Contaba siempre el gordo que les dijo y se plantó. “¡Nosotros tenemos que abrir, el show debe continuar!” les había gritado, “caliente , pero recaliente y tuve razón nomás” decía, esa noche habían tenido lleno total y habían levantado guita a pala.

Las cosas son así, se decía a sí mismo.

Pero si bien la indiferencia había sido su primer reacción, mientras tomaba un exprimido de frutas en la cocina, algo así como un remordimiento, o lo más parecido a esto que un tipo como él podía sentir, comenzó a rondarlo. Comenzó a recordar las historias que habían armado con Matías, para que la pendeja ésta, la muerta, se peleara con el boludito de su novio, las imágenes comenzaron a agolparse en su conciencia con una nitidez tal como si las volviera a vivir. Se había mandado un cagada grande, una macana , se le había ido la mano de eso estaba seguro de pronto, como si algo se le hubiera revelado de improviso. El remordimiento comenzó a ser mayor. Una inquietud desconocida, para un hombre de sus escasos escrúpulos, comenzó a invadirlo, progresivamente hasta colocarlo en una situación en la que sentía un terrible desasosiego. Poco a poco la charla, que la mujer que le limpiaba la casa, el día anterior había mantenido con él, se volvió a representar en su mente. Pero con otra significación. “La charla” es una forma de denominar aquello que en realidad había sido un monólogo de la mujer, ante la sonrisa socarrona del gordo Jorge que la escuchaba divertido, mientras ella le contaba de la muchacha que se había muerto en el cementerio, que estaba realizando “un rito satánico” para llamar a los muertos con otras amigas y se había atacado de repente como “poseída por un diablo”. Claro, la mujer no sabía de quien se trataba, “era una chica del centro” le había dicho, pero no la conocía, no sabía como se llamaba. Y ahora luego de escuchar la noticia por la radio aquella conversación adquirió en su inconsciente otra dimensión, los cabos sueltos comenzaron a atarse en su mente, revelada la identidad de la muchacha fallecida. Y ahora mientras bebía como de costumbre su exprimido sentado en el desayunador de su cocina comedor, las ideas habían comenzado a moverse en forma autónoma en su mente, recordó el accidente de Fran, al que nunca tuvo mucha simpatía, pero que tampoco nunca le había causado ningún daño a él, recordó la gratuita maldad con la que había contribuido a separarlos. Y ahora la muerte de ésta pendeja en circunstancias tan especiales. Y sintió un nudo en la garganta, como si hubieran inflado un globo en su esófago. El remordimiento transformado en desasosiego, lo fue llevando a un estado para él desconocido. Y tuvo miedo. Por primera vez en su vida tuvo miedo a algo distinto que perder algún buen negocio. ¿Cómo sería eso del rito satánico? Pensó. Y desde ésa noche evitaba irse a dormir solo, volvía de ratos a casa de su madre a la que frecuentaba poco y nada, o traía alguna de sus muchas amigas, no por ser un obseso sexual sino porque comenzó a sentir miedo a la soledad. Temía que aquella muchacha poseída por el diablo quisiera vengarse de él. Y un día llamó a su cómplice de antaño y le contó lo que había ocurrido y lo que le pasaba. De repente habló con Matías como con un amigo , de ésos que él no tenía , que nunca había valorado. Pero nada le ha vuelto a dar la paz.

Matías cuando escuchó esa noticia le dijo”no jodas ,¿en serio?” . Pero también para Matías la vida cambió. Había tenido sexo con una mujer, que ahora estaba muerta.

Poseída o no por el diablo. Estaba muerta. Y de pronto mirándose al espejo tuvo conciencia de su propia finitud, de su propia mortalidad.

1 comentario:

  1. LEYENDO ESTA ENTRADA ME PONGO A PENSAR. QUÉ SERÍA DE NOSOTROS SI NO EXISTIERAN LAS PALABRAS, Y CON ELLAS LAS LETRAS? CUÁNTO TENEMOS PARA AGRADECERLES!

    UN BESO GRANDE GUSTAVO, EXCELENTE COMO SIEMPRE.
    http://malatendida.blogspot.com :)

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