domingo, 24 de enero de 2010

Vigésima Primera Entrada

Nogoyá, Abril de 2005 El Encuentro

Salí a estirar las piernas por calle San Martín, luego del almuerzo, el sol de Abril entibiaba mi cuerpo, la ciudad lucía sus ocres de otoño, llegué a la Plaza, tomé la diagonal a paso lento las manos en los bolsillos e inspirando el aire fresco y puro de la siesta pueblerina. Solo algunas nubes blancas flotaban en el cielo celeste intenso. Me detuve frente al monumento del bicentenario, encendí un cigarrillo distraído, luego miré el busto de León Morientes con su pedestal de gauchos alados, me pareció que en realidad éstos querían arrojar al prócer a la basura en lugar de sostenerlo, sonreí por mis pensamientos y continué caminando, me senté en la fuente del lado Este de la plaza mirando a la Basílica, para aprovechar la tarde luminosa. Algunas personas pasaban caminando lentamente por calle 25 de Mayo, grupos de escolares en bicicleta vestidos con equipos de gimnasia se dirigían a sus clases, cuando ví al sacerdote parado en la escalinata de la Basílica, parecía mirar en mi dirección, pensé que se trataría de un cura nuevo de los que periódicamente llegan a Nogoyá. Lo observé mientras cruzaba la calle en dirección al sendero que se encuentra bajo las Araucarias , noté a medida que se aproximaba un rostro lampiño y cabello rojo anaranjado casi rapado, que con anterioridad había visto, lo reconocí en el preciso momento en que le preguntaba tendiéndole la mano “Perdón , padre por casualidad nos conocemos?” “Claro que sí” me dijo el secretario de Lorena Berezaga, a quien conocí en un camino rural , cuando ví sus ojos de pupilas hendidas rojos como la sangre, y su sonrisa de felino , lo aparté de un golpe con mis palmas sobre su pecho, retrocedí presa de un intenso mareo, en mi mano comenzó a formarse una gran ampolla, mi cabeza latía intensamente y mi nariz percibía un olor nauseabundo. Sentí como una garra me abría el tórax y oprimía mis vísceras. Cuando caí al suelo una silueta antropoide con grandes alas membranosas, como de murciélago, se recortaba contra un cielo encapotado, donde negros nubarrones se arremolinaban en el cenit. No recuerdo nada más de aquella tarde. Muchos meses son para mi una nebulosa, como si hubiera estado dormido pero sin sueños. Como si hubiera estado muerto.



Trascripción del articulo aparecido en el Mangrullo de Nogoyá Marzo de 2005


El escándalo corrió como reguero de pólvora por toda la ciudad, mientras esperaba mi turno en la peluquería, tomé el periódico y leí con interés.
“Honda preocupación causó en nuestro medio y en especial en los pasillos del Palacio Municipal, el confuso episodio protagonizado por el edil Casto Morales. El escandaloso hecho protagonizado por el controvertido concejal , que ganó notoriedad por su campaña a favor de cambiar el nombre de la Terminal de Ómnibus , se produjo cuando una mujer de mediana edad domiciliada en el Grupo Habitacional San Miguel acusó en plena sesión del Concejo Deliberante al mencionado Morales de haber violado a su nieto de 3 años. Luego de realizada esta acusación a viva voz por la mujer el imputado reaccionó con una inusitada violencia arremetiendo contra la misma a golpes de puños y puntapiés hasta dejarla en el suelo procediendo luego con su lapicera a guisa de puñal a proferirle múltiples heridas en el rostro que incluso interesaron sus ojos según parte medico que llegó a nuestra redacción. Al ver la mujer caída y ensangrentada, así como la furia irracional que se apoderó del agresor, el resto de los presentes, incluidos sus colegas de una y otra bancada se arrojaron sobre él para tratar de desarmarlo y detener la violencia. Al parecer fue infructuoso este esfuerzo, pues con una fuerza incontenible, Morales comenzó a agredir al resto de los presentes e incluso a destruir mobiliario del recinto, al tomar los hechos semejante envergadura fue necesaria la presencia de una nutrida comisión policial para contener al desaforado concejal quien fue llevado detenido a la Jefatura Departamental. No termina ahí el escándalo pues es importante volver a la acusación de la victima de éste acto de violencia. Según nos hizo saber el letrado de la señora, la misma tuvo un entredicho con el concejal en cuestión mientras realizaba su tareas de limpieza en la Basílica, según afirma sorprendió al mencionado en ocasión de violentar el Sagrario y extraer las Hostias consagradas, trató de detenerlo pero recibió un empujón que la arrojó al suelo.
Habiendo reconocido al profanador se dirigió presurosa en busca del padre Iriarte quien se encontraba realizando un oficio en el campo, por lo que relató el episodio al padre O Rourke quien a pesar de restarle trascendencia le dio la seguridad que se encargaría del asunto, tranquilizada por el religioso volvió a las tareas de limpieza, casi olvidándose de lo ocurrido. Lo realmente horroroso según los dichos de la mujer, que conocemos a través de su abogado, es que al regresar a su casa escuchó los llantos de su nieto de tres años en su dormitorio, llamó a su nieta mayor y a su hija pero ninguna aparentemente se encontraban en la casa, al abrir la puerta del dormitorio encontró a Casto Morales sodomizando al niño. La mujer se desmayó, fue encontrada junto al niño violado por su hija, quien había sido junto a su otra nieta, llevadas con engaños hacia la vivienda de una vecina. Hasta aquí los crudos relatos del letrado quien asegura ya se realizó la denuncia penal y se solicitó se citen de testigos tanto al sacerdote O.Rourke , como a los familiares de la mujer quien se encuentra hospitalizada en la actualidad, así como a los médicos que prestaron atención al niño en el Hospital local. Además se investigue a la vecina para descartar que sea cómplice o partícipe necesaria o encubridora en el delito cometido. Solicitándole al Juez una pericia urgente para corroborar los dichos de la mujer y obtener muestras de ADN. La mencionada en un claro estado de alteración se dirigió al concejo deliberante donde profirió a voz en cuello las acusaciones que desencadenaron el escándalo. Voces extraoficiales aseguran que se estudia la destitución del acusado por inhabilidad psíquica ya que inhabilidad moral no se puede esgrimir hasta tanto la justicia no se expida sobre el fondo del asunto” “Seguiremos informando sobre ésta cuestión”
Pensativo, dejé el diario sobre la pequeña mesa de vidrio y metal. “A Casto Morales se le salió la cadena” me dijo el peluquero, señalando con la navaja la publicación sobre la mesa “Tamaño hijo de puta, si esto es verdad, es como para cortarle los huevos” repuse indignado. “Y al cura O Rourke también, que hoy por la radio negaba todos los relatos de ésa pobre infeliz y dudaba de la veracidad de los hechos” me dijo el hombre con una mirada de furia “la verdad que a ése cura nuevo, no lo conozco.” Repuse.




Nogoyá Febrero de 1999.Carolina y el Súcubo

Ese día me desperté temprano, a pesar del verano y los mosquitos había descansado bien, me dirigí a la cocina a preparar el mate, para desayunar, ésa es mi costumbre, cuando noté que no tenía nada para acompañarlo. Calenté el agua, dejé el mate preparado con la yerba sin mojar y me di un baño rápido para sacarme los últimos restos del sueño, me afeité me vestí y salí a la calle. El sol elevándose por el este marcaba una franja de luz sobre las fachadas una leve brisa me provocaba una agradable sensación de frescura. Adoro el aroma del pan recién horneado, por eso la panadería a primera hora de la mañana es un lugar que me provoca placer. El calor a ésa hora es aún soportable en las calles, caminé las cuatro cuadras aspirando ése aroma particular y fresco que impregna Nogoyá en las mañanas de verano y que llega sin duda del campo. Ingresé en el local en el que varios madrugadores hacían sus compras, uno de los dependientes con un canasto repleto de galletas recién horneadas ingresó desde la cuadra y las colocó en el compartimiento de madera que hace las veces de exhibidor, el despachador tomaba el pan francés, flauta , bizcochos o galletas, que los clientes seleccionaban , los colocaba en una bolsa de polietileno y luego lo arrojaba con cierta brusquedad sobre el platillo de la vieja balanza, cuya aguja enorme no terminaba de detenerse cuando el pan ya era retirado y la bolsa era cerrada con un rápido movimiento, cobro mecánico, caja registradora y terminado el trámite expeditivo. Por eso la atención es rápida, aunque es necesario saber lo que se desea, si se quiere evitar la cara de fastidio del muchacho ante la duda que demora su trabajo.
Cuando llegó mi turno pedí un kilogramo de galletas y un kilogramo de pan francés , luego de pagar me dirigí hacia la salida, en el preciso momento que doña Carolina subía con dificultad los peldaños de la ochava, la tomé del brazo y la ayudé a subir, me quedé con ella pues pensé que bajar cargada con la bolsa de pan sería aún mas peligroso que subir, por lo menos ése día la ayudaría , tendría cargo de conciencia si la anciana se caía al salir. Nuevamente en la vereda la ayudé con la bolsa hasta su casa, cruzamos la calle hacia el parquecito Champagnat y nos dirigimos por San Lorenzo caminando lentamente, al llegar a Tucumán tuve que tomarla bruscamente del brazo pues una camioneta 4 x 4 negra con vidrios polarizados casi nos embiste
“Esa Bruja” dijo Carolina, meneando la cabeza de un lado al otro “Esa es la viudita de Flores Schneider, ¡maneja como si el pueblo fuera de su propiedad!” dijo “Mirá si se le cruza un chico, lo mata” agregó “parece que no la aprecias mucho” dije sonriendo.
“No, no la quiero porque es una mala mujer, muy mala, y desde que se quedó viuda y joven parece que empeoró, no se como lo enganchó al marido, nadie sabe de donde salió, y de repente estaba casada con un viejo rico.” Continuó mientras su rostro se encendía por la indignación. “Bueno, algún encanto debe haberle encontrado al viejo rico” dije con sorna. “Si, seguramente pero no al que vos te referís, pícaro, creo que el encanto que le encontró fueron sus propiedades y su cuenta bancaria, si a la semana de enviudar ya andaba repinporoteada y paseando por el pueblo, nunca se la notó muy doliente. Pero cambiando de tema, en estos días hace un año de la muerte de Nicolas Alfaro Rodríguez, ¡vos lo trataste bastante al pobre!! Buen muchacho yo lo conocí desde la infancia, nosotros vivíamos con papá en la Villa 3 de Febrero y el tenía su casa a dos cuadras de la nuestra, siempre fue un buen chico, igual que su padre un correntino de ley, muy amigo de papá. Después de enviudar el pobre, quedó muy afectado yo creo que nunca se recuperó, a pesar que ésa hija encantadora que tuvo lo acompaño mucho.” calló de repente “Bueno, Carolina, dije así es la vida, de lo único de lo que podemos estar seguros es de la muerte, es la única certeza que tenemos, y NOAR estaba muy enfermo, muy deteriorado” respondí. “¿Sabés por qué me acordé de Nicolás? Por la loca ésa que casi nos choca, tan amigos que eran con Flores Schneider cuándo eran jóvenes y que distintos caminos tomaron, y nosotras siempre pensamos que a Flores lo terminó de arruinar ésa mujer, ¡Ni siquiera se casaron por Iglesia!! ¿A vos te parece?” casi gritó con su voz chillona “Eso para mi no es relevante” dije “es lícito no casarse por iglesia, eso no hace a una pareja mala” contesté. “Pero en este caso si hace a una pareja mala, te voy a decir algo que no se lo he dicho a nadie, pero con Julia pensamos que ésa mujer es maligna, es un súcubo, aparecida de la nada, ambiciosa, no tiene familia conocida, enviuda a los pocos años, gran éxito en los negocios. Don Benítez que trabajó con Flores Schneider hasta que la viudita lo despidió, nos contó que el viejo la conoció haciendo dedo en el campo, la llevó a su casa y ya nunca se separó de ella, a no ser para morirse, dice que lo dominaba completamente, lo transformó en un títere de sus deseos. Y cuenta además que ésta mujer aparecía en cualquier lado, a cualquier hora sin que nadie supiera como, ni por donde, que las madres le ocultaban sus hijos pues los que estaban en contacto con ella seguro que enfermaban. El cuenta que una nieta de él que trabajaba en su casa se embarazó y su hijo nació con problemas, ésa mujer es un demonio, un instrumento del mal” dijo casi en un susurro como temiendo que alguien escuchara sus palabras “¡Un súcubo!” Exclamé descreído “Cállate, no grites, no son cosas para decirlas en voz alta” me amonestó la anciana
“Esas cosas existen, siempre existieron, la obra del diablo es permanente para sembrar el mal en éste mundo, pero no hay que nombrarlas, además el diablo nunca podrá vencer a Dios, el bien triunfará siempre sobre el mal, solo es cuestión de tener fe y saber discernir una cosa de la otra. Pero no te acerques a ésa mujer, ni a los que la rodean, son malos, y cuando digo malos me refiero a la maldad absoluta no a la ira o el enojo. Tenés razón en que el hecho de no casarse por iglesia no convierte a nadie en mala persona, te comente de mi aprecio por Nicolas el tampoco, lo hizo y no opino lo mismo que en el caso de Flores y su diablita” llegando a su casa me pidió su bolsa, me dio un beso en la mejilla y entró por la gran puerta de dos hojas. Regresé caminando lentamente pero ya la mañana no me pareció tan linda, no supe a que atribuirlo si al recuerdo de NOAR,
a la conciencia de su ausencia o al súcubo que casi me arrolla.
Pensé en consultarle al padre Iriarte sobre ésta charla, sin por supuesto darle detalles, solo preguntarle en general sobre el Infierno y su habitantes. Sobre los distintos tipos de demonios, se que es un tema que domina. En esto pensaba cuando noté un frente de tormenta, de espesas nubes negras levantándose hacia el Este, me sorprendió pues el día amaneció despejado. Al llegar a 9 de Julio vi la camioneta negra cargando combustible , apoyada sobre el capot una joven mujer me miró y sonrió con una sonrisa que por primera vez me pareció maléfica, mi piel se erizó y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Apenas respondí con un movimiento de cabeza cuando ella me saludó abriendo y cerrando los dedos de su mano derecha levantada a la altura de su cara. De pronto un fuerte viento comenzó a soplar desde el Sudeste y el olor a cloacas comenzó a impregnar el aire. Preparé el mate y desayuné una galleta tibia, cuando subí al auto para dirigirme a mis ocupaciones, comenzó a llover, una lluvia pesada densa revuelta por ráfagas espasmódicas, el alumbrado público se encendió por la oscuridad súbita que había desplazado al sol, las torres de la basílica azotadas por el viento contrastaban contra el gris oscuro del cielo

1 comentario:

  1. Una pieza muy importante.

    Me ha dado mucho que pensar, la verdad.

    Un abrazo.



    John W.

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